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¿Qué pasa en el Politécnico?, un mes sin respuesta a paro
Pese a la creación de las mesas de trabajo, las partes no han llegado a acuerdos y el paro continúa por tiempo indefinido.
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Los estudiantes señalan que no deben cubrir con el alza en las matrículas el déficit de la institución. FOTO juan antonio sánchez -
La sede regional de Urabá ubicada en Apartadó, vereda El Reposo, abrió sus puertas en 1986. FOTO cortesía -
Desde hace más de un mes algunos estudiantes del Poli duemen en carpas. FOTO juan antonio sánchez -
El 9 de junio algunos alumnos respondieron al llamado a reanudar las clases. FOTO juan antonio sánchez -
Algunos docentes dictan clases sin importar el número de alumnos que asistan. FOTO juan antonio sánchez
Ya se cumple más de un mes desde que los estudiantes del Politécnico Jaime Isaza Cadavid están en paro.
La situación se ha vuelto compleja porque pese a las diferentes reuniones y actas con compromisos específicos, las partes no han llegado a un acuerdo y el paro no se ha levantado por ahora.
Sin embargo, algunos estudiantes asisten a clases, desde el martes 9 de junio, luego de que las directivas de la institución de educación superior informaran que quien no fuera a clase podría perder o cancelar el semestre.
Cabe anotar que los alumnos de la sede Urabá, en Apartadó, se encuentran en normalidad académica y esperan terminar el semestre. Pero, ¿cuáles son las razones que señalan los alumnos para no retornar a las aulas?
Un educando miembro del movimiento estudiantil reiteró que el principal motivo es el déficit calculado en 19.260 millones de pesos.
Señaló también que los 6.700 millones de pesos, entregados por la administración departamental, corresponden a “recursos viejos” solicitados cuando era director Gilberto Giraldo Buitrago y en su momento se señaló que ese era el valor del déficit.
De acuerdo con el estudiante, “el déficit es progresivo y cada año vamos empeorando. El Poli debe superarlo para no llegar a una inviabilidad financiera. Dentro de la institución se observa la austeridad. Algunos baños no tienen agua”, recordó.
Para los alumnos que mantienen el paro, para que este se supere se requiere entre otros aspectos que el déficit se salde, sea cual sea el valor. Se solicita además, reforma a la ordenanza de la Asamblea Departamental con el fin de aprobar más recursos para la institución, propuesta que debe presentarse desde la Gobernación de Antioquia.
De igual forma, buscan un compromiso de toda la comunidad académica con miras a que el Poli se convierta en Universidad y para ello, se requiere una reforma académico administrativa al igual que una financiación real que genere transformación, expresan los alumnos.
Señaló un muchacho que “vive” desde hace más de un mes en una carpa ubicada en uno de los bloques del centro de estudios, que la institución se creció, tiene dos regionales, Rionegro y Urabá, y requiere más financiación para educación de alta calidad.
Solicitan de igual manera, que no haya aumento en el valor de las matrículas de estudiantes antiguos y nuevos.
Ante esta situación, el rector del Politécnico, John Fernando Escobar Martínez, explicó que el presupuesto de la entidad está calculado entre 56.000 y 58.000 millones de pesos. Y unos 60.000 millones de pesos a 2018 para funcionamiento y generar desarrollo.
Expresó que se hizo un llamado al alumnado para que regrese a clases porque la institución ha perdido 1.260 millones de pesos en cerca de un mes.
Reveló que se requieren reformas, pues son cerca de 14 los cargos que no están ocupados. Además, algunas personas no tienen el perfil necesario para el puesto que desempeñan. De igual forma, se analizan los contratos de los docentes de cátedra.
Dijo que existe una estrategia financiera para superar la situación económica. Reiteró el llamado a los alumnos para que regresen a sus aulas.
Falta acreditación
Profesores, directivos y alumnos coinciden en que la institución requiere acreditarse.
William Ramírez Silva, representante de los docentes al Consejo Directivo, recordó que debe trabajarse en la búsqueda de la acreditación. “Esta posibilita definir un norte, preguntarse por temas de pertinencia de programas”.
Agregó el profesor que para el 2018 cualquier institución que quiera investigar o sus alumnos estén interesados en acceder a becas, debe estar acreditada.
Para alcanzar dicha acreditación, se requiere en primera instancia, recursos, profesores de tiempo completo, infraestructura de laboratorios, aulas y adelantar investigaciones. “Se necesita normalidad académica para avanzar en la acreditación”, dijo el rector.
$413
millones le cuesta a la institución cada semana de paro, según la Gobernación.
28
programas académicos, aproximadamente ofrece la sede del Poli en Medellín
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