Las autoridades chilenas decretaron este lunes la alerta roja debido a un gigantesco incendio forestal en uno de los cerros del puerto de Valparaíso, que destruyó cerca de 100 viviendas y dejó una veintena de personas heridas, hecho que trajo a la memoria el peor incendio urbano en la historia del país ocurrido en la misma ciudad en el 2014. Este incendio del segundo día de enero arrasó además con unas 50 hectáreas de bosque, según un reporte oficial.
La conflagración comenzó a las 3:30 de la tarde, hora local, en el ingreso a la localidad de Laguna Verde y saltó al cerro Playa Ancha donde afectó las poblaciones Puertas Negras y Campodónico, lugar en que se ubica la mayor parte de las viviendas de madera y algunas sólidas. El incendio destruyó viviendas en el sector Población Ecológica y en el sector de Puertas Negras.
El puerto quedó cubierto por una gran nube de humo, decenas de personas se cubrieron con mascarillas para librarse del humo ni de gases tóxicos.
El fuego fue avivado por ráfagas de viento de hasta 60 kilómetros por hora, poca humedad y altas temperaturas y fue combatido por brigadas de bomberos, de la corporación forestal y por personal del ejército. El Gobierno ordenó el despliegue de casi cincuenta compañías de bomberos, siete helicópteros y tres aviones, además de funcionarios de la policía y del Ejército, con tal de evitar que se repitiera el desastre que golpeó a ese puerto hace tres años.
“El viento cambia de un lugar a otro. Nos ordenaron evacuar. Hemos quedado sin nada y lo único que queremos es que se acabe esto”, dijo Claudio Orellana, uno de los cerca de 400 damnificados.
El balance preliminar que entregaron las autoridades en la noche de este lunes indicó que unas 100 viviendas de un total de 500 fueron afectadas en unos de los cerros por el incendio, que se encontraba parcialmente controlado.
Los incendios en la parte alta de Valparaíso, 120 kilómetros al noroeste, son difíciles de combatir porque abundan las quebradas y caminos complicados de transitar por los vehículos de emergencia. Además, escasean los grifos que alimentan a los carros de bomberos.
El incendio comenzó como un siniestro forestal y se convirtió en uno estructural.
Héctor Correa, director regional de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), dijo que se ordenó la evacuación preventiva de más de 200 personas y que brigadas de bomberos mojaron con material retardante para tratar de salvar viviendas.
Los canales de televisión mostraron decenas de personas huyendo con algunos enseres y con cilindros de gas licuado para evitar que explotaran por el calor.
José Morales, gerente de operaciones de Chilquinta, la compañía distribuidora de electricidad, precisó que unas 2.000 personas están sin energía eléctrica porque bomberos solicitaron interrumpir la energía de la zona para evitar accidentes. Se desconoce cuándo retornará la luz.
Valparaíso, Patrimonio de la Humanidad desde 2003, es una ciudad que tiene unas pocas decenas de calles planas rodeadas de 42 cerros, bosques y quebradas, lo que dificulta combatir los incendios.
En abril del 2014, un incendio de similares características se propagó por ocho cerros de Valparaíso, dejando 15 personas muertas, 2.900 casas fueron destruidas y 12.000 damnificados.