El presidente Raúl Castro nunca les había hablado así al país y menos de esa manera a los Estados Unidos, dijo Joel Martínez, taxista de La Habana, mientras escucha la declaración del jefe de Estado.
En el Centro Internacional de Negocios, al suroeste de la capital cubana, cinco Lada, con sus conductores, están parqueados al frente del hotel Meliá. Tienen prendido el radio, a todo volumen, mientras carros de los años 50 y guaguas van y vienen por la Quinta Avenida.
Oye chico, grita uno, ahora sí hay que sacar la visa. Es histórico. “Le informa Radio Reloj la mejor noticia del año”, dice el locutor de la emisora que repite frases de la intervención del hermano de Fidel Castro.
Lo escucho mientras me monto en el Lada azul celeste de 1979 y le pido a Joel que conduzca, rápido, hasta la Universidad de La Habana, en la zona de El Vedado. El locutor asegura que 100 estudiantes están en la avenida 23 celebrando porque volvieron “los tres héroes antiterroristas”, porque su gobierno y E.U. decidieron restablecer las relaciones diplomáticas desde que en 1961 se suspendieron.
Este es el día más caluroso desde que empezó el frente frío en la isla, y la noticia empieza a correr, lentamente, de un lado a otro. Que sí, que lo que han esperado desde hace más de 50 años y por fin sucedió. Que Cuba ya se empieza abrir al mundo, que su más cercano vecino ya no los verá como parias. Que pronto se abrirá una embajada de E.U, que dejarán de ser restringidos los viajes, que los millones de cubanos de Miami y otras ciudades podrán enviarles a sus familiares de La Habana, de Santiago, de Camagüey, de donde sea, entre 500 a 2.000 dólares por trimestre.
La economía del país pide a gritos ingresos y dinamismo. Que 11 millones de personas recuperen su poder adquisitivo. De la exclusiva zona de Miramar llegamos a El Vedado. Me bajo del carro, cerca del pequeño Centro de Prensa Internacional. Pese al histórico anuncio, por estos lados de la Avenida 23 todo transcurre normalmente.
Subo hasta El Copelia y allí están los jóvenes, unos 20, que gritan consignas porque Gerardo, Ramón y Antonio retornaron a casa. Los marchantes bajan por la calle L y llegan hasta la Tribuna Antiperialista. El mitin no dura más de 15 minutos. Por estas mismas calles un día caminaron Fidel, Camilo Cienfuegos y el Che, triunfantes, un primero de enero de 1959, cuando empezó la revolución, a la que ahora el mundo le pide cambios urgentes.
“Radio Reloj, Cuba está de fiesta, son las 2 y 30 de la tarde”, afirma con su vozarrón el locutor. Vuelvo, a pie, a la Avenida 23. Busco otra marcha, a más gente, pero me detengo en una esquina donde venden pan con refrescos. “Pronto se acabará el bloqueo, mi hermano”, afirma el tendero que me pide que no lo grabe. Lo replica una mujer de 60 años, “Fidel lo dijo, yo siempre creí en él”. Y sí, la gente está feliz, pero cuando les digo que soy de prensa internacional muy pocos quieren hablarme.
Sin embargo cuando regreso al Copelia, el estudiante José Luis Moutan, de 24 años, se me acerca y de inmediato me invita a que prenda la grabadora: “este es un gran paso de Cuba para restablecer las relaciones con E.U. Los cubanos vemos esto con las ansias de felicidad que siempre hemos tenido”.
A un diplomático del gobierno, sentado en la heladería del parque, mientras toma café con leche, le pregunto por la noticia: “nosotros sabíamos que Cuba iba restablecer relaciones, que este aislamiento no iba a durar toda la vida, pero nunca pensamos que este anuncio llegaría tan de repente”. Vuelvo al carro y nos trasladamos cerca a Miramar. En un café de la Quinta Avenida me espera Martina (nombre cambiado). Es médica de profesión que gana mensualmente 30 CUC, aproximadamente unos 26 euros. Alterna su trabajo con ventas callejeras.
Llora emocionada por la decisión de Castro y de Obama. Tanto su madre, dos hermanos, una hermana y cinco sobrinos viven en Miami, en el Doral. La primera se fue en 1978, los segundos llegaron a los cayos de La Florida en 1980, como balseros. Y su hermana, por fin, logró la residencia en 1987. “Este embargo acabó con el corazón de Cuba, que es la familia”.