Rebel Rover (el vagabundo rebelde), es el caballo de cinco años que hizo justicia a su nombre cuando, luego de desbocarse y tumbar a su jinete, se lanzó al mar de Brisbane (Australia) y nadó 11 kilómetros en la huída.
El hecho, ocurrido en la playa Sandgate de la bahía de Moreton, se registró en medio de una habitual carrera ecuestre, que luego de la escapada de Rebel se convirtió en una misión de rescate que requirió de las autoridades una operación marítima de 90 minutos de ejecución, según informó el medio local The Courier Mail.
Este tipo de caballos recibe entrenamiento de nado en ambientes controlados como piscinas en sesiones que no superan los 10 minutos. Por eso según el entrenador del animal, Brad Smith, la aventura del equino en aguas profundas durante casi dos horas “no es normal en absoluto. Fue una ocurrencia atemorizante muy inusual”, le dijo a la cadena CNN.
Por su parte, Glen Philip, portavoz del equipo de voluntarios de rescate marítimo de Brisbane, aseguró que era evidente que se trataba de un animal con problemas de nervios. “Por suerte hemos sido capaces de maniobrar nuestro barco cerca de él y conseguir ponerle el lazo alrededor del cuello, con lo que logramos acercarlo a nuestro barco y llevarlo a la costa”, afirmó el rescatista al medio Racin Post.