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Cumbre le dejó a Santos el respaldo que buscaba

El encuentro Iberoamericano reforzó el apoyo internacional por la paz de Colombia, las juventudes y el diálogo en Venezuela

  • A la Cumbre Iberoamericana asistieron 12 jefes de Estado o de Gobierno. Nicolás Maduro fue el gran ausente. FOTO Presidencia
    A la Cumbre Iberoamericana asistieron 12 jefes de Estado o de Gobierno. Nicolás Maduro fue el gran ausente. FOTO Presidencia
31 de octubre de 2016
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Una cumbre “de sustancia”, “la cumbre de la paz”, la cumbre en la que Venezuela fue el protagonista no oficial, la cumbre que respaldó a las juventudes. Así se refirieron los líderes de Iberoamérica a la conferencia que los convocó en Cartagena este fin de semana.

El gran avance, coincidieron públicamente, fue el aval que los 22 países de la comunidad dieron al Pacto de la Juventud, un documento con 24 puntos en los que los jefes de Estado o cancilleres que los representaron en La Heroica acordaron conformar una alianza entre varios sectores para mejorar la articulación, orientar la inversión y garantizar el desarrollo integral y la protección de los derechos de las personas jóvenes, que en Iberoamérica superan los 150 millones.

Max Trejo, secretario de la Organización Iberoamericana de la Juventud, dijo que la intención que “salir de los discursos políticos, de ir a la acción, de asumir unos compromisos traducidos en programas e iniciativas que les ayuden a los jóvenes a cerrar brechas de desigualdad y a potenciar sus capacidades” fue el logro.

Y es que entre los puntos, los mandatarios se comprometen a tener un sistema de metas e indicadores regionales de juventud en la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible; también, a ratificar la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes, y a impulsar su participación en la conducción de los asuntos públicos con un programa iberoamericano de liderazgo político para ellos.

A lo anterior se sumaron 14 comunicados especiales que los países emitieron para aprobación de los demás. Entre ellos se destaca uno de pleno respaldo al Gobierno de Haití en la tarea de prestar atención inmediata a la población damnificada por el huracán Matthew; otro más en el que España le pide a sus pares de Iberoamérica para que lo apoyen en un diálogo con Reino Unido, con quien tiene una disputa territorial por Gibraltar, y uno más en el que los líderes reiteran su respaldo a Colombia para seguir en diálogo con las Farc y el Eln.

La agenda política inevitable

Aunque la temática central de la Cumbre Iberoamericana fue la educación, la juventud y el emprendimiento, el clamor de los representantes de gobiernos fue por la necesidad de abordar un apoyo a la paz de Colombia y la problemática social y política venezolana.

El respaldo unánime de los países al proceso de paz hizo que la economista y exvicepresidenta de Costa Rica, Rebeca Grynspan, actual secretaria General Iberoamericana y anfitriona de la Cumbre, dijera que ésta debió llamarse mejor “la Cumbre de la paz”.

Al mensaje se sumó el presidente de Ecuador, Rafael Correa, que durante su intervención dijo que “Colombia cuenta incondicionalmente con nosotros en la búsqueda de ese bien supremo que es la paz”, y añadió que le preocupaban los efectos negativos de los juicios políticos contra líderes de la región.

Por su parte, el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, llamó la atención sobre la “tremenda crisis económica y de política, y diría yo de derechos humanos que vive Venezuela”. Según el mandatario, aunque en la Cumbre no había afán de interferir en lo que ocurre en los demás países, sí lo había con su progreso, y en esa medida, era necesario abordar el tema.

De hecho, el mismo secretario general electo de las Naciones Unidas, António Guterres, manifestó en rueda de prensa que, aunque aún no desempeña su cargo, durante el almuerzo de mandatarios, en la que él estuvo presente, al igual que la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, hubo “un diálogo interesante” y un consenso muy claro: “No hay solución para los problemas Venezuela, como tampoco lo hay para muchos de los demás países del mundo, sin un diálogo constructivo, entre las partes con apoyo de la comunidad internacional”.

Guterres dio aval para la paz

Además, la presencia en Cartagena del secretario general electo de las Naciones Unidas, António Guterres, tuvo importancia. En su primera aparición internacional desde que recibió el respaldo unánime del Consejo de Seguridad de la ONU para suceder a Ban Ki-moon, el portugués fue enfático en que su trayectoria como Alto Comisionado para los Refugiados y su experiencia con Colombia le permitían admirar el esfuerzo del país para garantizar una protección efectiva de las víctimas y la creación de un sistema institucional, “el más avanzado del mundo”, para la protección de los desplazados.

“Tengo el mayor interés en el multilateralismo del mundo. Estamos en un mundo en el que se multiplican los conflictos, en el que los viejos conflictos, con excepción del de Colombia, aparentemente no terminan. Por razones de fuerza, cada vez menos clara, hay una impunidad y hay que reforzar el multilateralismo, e Iberoamérica puede ser espacio vital, es un espacio de paz, de valoración de los derechos humanos”, dijo durante un encuentro con periodistas, y añadió que el deber de las Naciones Unidas es el de dar un apoyo incondicional al proceso de paz de Colombia, y naturalmente cuando el acuerdo entre en ejecución, “hacer todo lo posible para garantizar el éxito”.

2018
será el año en el que se realizará la próxima Cumbre Iberoamericana. Será en Antigua, Guatemala.
64%
de los jóvenes latinoamericanos viven en condiciones de pobreza según la Cepal.

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