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El general Mark Milley, jefe del Estado Mayor de Estados Unidos, principal jefe militar del país, dudó tanto del estado mental del presidente Donald Trump que se comunicó de manera secreta con un general chino para prometer que EE. UU. no atacaría nuclearmente a la potencia asiática.
Así lo revelarían los periodistas Bob Woodward y Robert Costa en un libro de inminente aparición que conocieron en exclusiva The Washington Post y la cadena CNN.
Según el libro, citado por ambos medios, Milley llamó dos veces a su homólogo chino, el general Li Zuocheng: el 30 de octubre, días antes de las elecciones, y el 8 de noviembre, dos días después de que partidarios de Trump asaltaran el Congreso. “General Li, quiero asegurarle que el gobierno estadounidense es estable y todo funciona bien”, dijo Milley en su llamada de octubre, escribieron los autores del libro, según citan los medios ya mencionados.
De acuerdo con extractos publicados por The Washington Post y la cadena CNN, Milley ordenó a sus colaboradores no actuar inmediatamente en caso de que Trump diera algún paso para usar el arsenal nuclear.
La revelación provocó todo un polvorín en el país. El senador republicano Marco Rubio pidió a Joe Biden que cesara al general, alegando que “trabajó para socavar activamente al Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en funciones y contempló una filtración traidora de información clasificada al Partido Comunista Chino”. La Casa Blanca, sin embargo, rechazó hacerlo.
“El presidente tiene total confianza en su liderazgo, su patriotismo y su fidelidad a nuestra constitución”, dijo a la prensa la secretaria de prensa Jen Psaki, en alusión al general Milley. Psaki no confirmó los trascendidos, pero dijo que aquel era un momento en el que Trump había “fomentado disturbios que llevaron a una insurrección y un ataque a la capital de nuestra nación el 6 de enero... uno de los días más oscuros de nuestra historia”.
El portavoz de Milley, coronel Dave Butler, dijo que un comunicado que las llamadas que Milley hizo a su par chino eran parte normal de sus tareas.
“Sus llamadas con los chinos y otros en octubre y enero estuvieron en consonancia con estos deberes y responsabilidades, transmitiendo tranquilidad para mantener la estabilidad estratégica”, indicó.