Los líderes de los principales partidos políticos españoles se preparan para una nueva campaña electoral, después de que el rey Felipe VI comunicara el martes que ninguno tiene apoyo para ser investido presidente del Gobierno, lo que obligó a convocar a nuevas elecciones para el próximo 26 de junio.
Sin embargo, hasta ahora, ninguno de ellos ha asumido la responsabilidad de este fracaso y en cambio se preparan para repetir como candidatos de sus respectivas formaciones, mientras achacan a los otros la imposibilidad de llegar a un acuerdo para constituir un Ejecutivo.
Es la primera vez en la reciente historia de España que se llega al punto de convocar comicios cuatro meses después de la última cita electoral.
En las elecciones del 20 de diciembre de 2015, el PP obtuvo 123 escaños, de los 350 del Congreso, el PSOE consiguió 90, seguido de dos nuevos partidos en el escenario político nacional: Podemos (izquierda), con 69 escaños, y Ciudadanos (liberales), con 40 posiciones.
El presidente del Gobierno en funciones y líder del PP, Mariano Rajoy, afirmó que estos cuatro meses de negociaciones fallidas sirvieron para “que todos nos conozcamos un poco más”, sobre todo en el caso de los “protagonistas de la nueva política”.
El líder se mostró convencido de que el PP hizo lo que debía en este periodo, en el que Rajoy no tomó la iniciativa en las negociaciones para intentar formar un ejecutivo, aunque insistió en numerosas ocasiones en su propuesta de “gran coalición” con el PSOE como la opción más “sensata”.
Sin embargo, el presidente del Gobierno en funciones calificó hoy de “espectáculo” los intentos de negociación de los otros líderes políticos y prometió una campaña electoral de propuestas, alejada de la “farsa”.
Por su parte, el líder socialista, Pedro Sánchez, el único que en estos cuatro meses se sometió a la investidura como presidente del Gobierno, aunque fracasó, aseguró que se ve con “ánimo fortalecido” para afrontar nuevas elecciones.
Pidió a su partido “no buscar culpables” en el fracaso de la formación de gobierno, sino hablar “de futuro y de soluciones”, aunque volvió a responsabilizar a Podemos y a su líder, Pablo Iglesias, de impedir un acuerdo para un nuevo gobierno.
No obstante, se mostró convencido de que “el cambio se aplaza dos meses, pero el cambio llegará”.
El portavoz de Podemos, Íñigo Errejón, reconoció que “todos” podrían haber hecho más para que se hubiera desbloqueado el “empate catastrófico” que se produjo en las urnas el pasado 20 de diciembre.
Insistió en que su partido sigue con la “mano tendida” para después de las elecciones, pero no para dar un “cheque en blanco” a los socialistas.
Tras los pasados comicios, Podemos propuso un gobierno de izquierda con el PSOE y las fuerzas nacionalistas, pero no aceptó la presencia de los liberales, con el que los socialistas firmaron un pacto.
También el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, cuarta fuerza política tras el 20 de diciembre, afirmó que pedirán la confianza a los españoles para “empujar” y ser decisivos con el fin de poner en marcha las medidas que necesita el país.
Las últimos sondeos, previos a las elecciones en el país europeo, ofrecen un panorama similar al que depararon las urnas en diciembre pasado, lo que hace prever que dentro de dos meses los partidos tendrán que volver a la negociación.