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En el Mediterráneo no paran de contar muertos
Frente a los anuncios optimistas dados por la OIM sobre una disminución en los decesos, Acnur envió una nueva alerta.
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Si bien el aumento de la seguridad en la zona ha ayudado a evitar gran cantidad de desastres, el problema no está resuelto y el Mar Mediterráneo sigue manchado de sangre. FOTO Marina Militare
30 de mayo de 2016
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Si bien en el Mar Mediterráneo la semana pasada pareció haber sido la más positiva en años por cuenta de un masivo rescate de refugiados y la afirmación de la Organización Internacional para las Migraciones de que se había reducido la cifra de muertes en 24 %, esta concluye con las peores noticias posibles, que ya parecen costumbre.
Alrededor de 700 personas fallecieron en distintos naufragios durante los últimos días, tal como alertaron varias organizaciones en medio de esa ola optimista que parecía apoderarse de la región. Se trata de una cifra que demuestra que la crisis migratoria está más viva que nunca.
Médicos Sin Fronteras advirtió en su cuenta de Twitter que “alrededor de 900 personas podrían haber muerto en el Mediterráneo Central en la última semana”.
Por su parte, la portavoz de Acnur en Italia, Carlotta Sami, utilizó la misma red social para matizar ese optimismo: “Nunca sabremos el número exacto, nunca sabremos sus identidades, pero supervivientes cuentan que más de 500 personas han muerto”.
“Domingo contando víctimas. Macabro ejercicio: ¿se dará cuenta el mundo de que más de 700 personas merecerían un viaje seguro?”, agregó.
De esta forma, lo que a inicios de la semana parecía mostrar que las políticas enfocadas en seguridad e impuestas por la UE en el Mar Mediterráneo estaban funcionando, se cayó al suelo con lo informado por la propia ONU.
El martes, en rueda de prensa, el portavoz de la OIM, Joel Millman, había mostrado optimismo.
“Los fallecidos entre el 1 de enero y el 21 de mayo pasado fueron 1.370, frente a los 1.792 de las mismas fechas de 2015. Es una disminución del 24 %”, recalcó.
“Todavía más importante es el hecho de que ninguna de las muertes registradas en lo que va de este mes en el Mediterráneo ha ocurrido en su zona oriental, entre Turquía y Grecia, donde casi 400 inmigrantes y refugiados se ahogaron en los primeros cuatro meses de este año”, añadió.
Debate encendido
En ese mismo momento, Millman afirmó que la principal causa de esta disminución es el enfoque de reforzar la seguridad que se ha establecido en los últimos años, ante la masiva llegada de migrantes desde África y Medio Oriente.
“Parece haber más vigilancia en las costas de Libia y sabemos de buques navales libios que devuelven a los inmigrantes, con 850 de ellos que han sido interceptados recientemente. Nos sentimos alentados por esta drástica reducción de víctimas”, argumentó.
Pero tal como advirtieron Médicos Sin Fronteras y Acnur, el problema está muy lejos de ser resuelto y los avances parecen ser mínimos ante la cantidad de muertes que se siguen produciendo.
Los detalles de algunos de los naufragios de los últimos días son escabrosos, tal como los relató Giovanna Di Benedetto, portavoz de Save the Children:
“El miércoles partieron del puerto de Sabrata, en Libia, al menos dos pesqueros. Uno con 500 personas y otro con 400. El segundo pesquero no tenía motor y estaba enganchado al primero con una cuerda. El jueves por la mañana comenzó a hundirse y las personas que iban en él se lanzaron al mar con la intención de alcanzar el primer pesquero y salvarse. Pero los traficantes cortaron la cuerda”.
600
mil migrantes llegaron a Europa por el Mar Mediterráneo en 2015.
1.370
migrantes muertos en el Mediterráneo del 1 de enero al 21 de mayo, según la OIM.
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