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Expresidenta argentina sigue con apoyo popular

Policía allanó ayer la casa de Cristina Fernández, señalada de corrupción por un tribunal de su país.

  • Cristina Fernández, expresidenta argentina, dijo ayer que se siente perseguida por el presidente Mauricio Macri, el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli. FOTO reuters
    Cristina Fernández, expresidenta argentina, dijo ayer que se siente perseguida por el presidente Mauricio Macri, el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli. FOTO reuters
14 de agosto de 2018
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A pesar de asistir a los estrados judiciales para responder por presuntos sobornos que se recibieron en su gobierno y en el de su fallecido esposo, Cristina Fernández de Kirchner sacaría hoy el 30% de los votos si se hiciera contar en unas elecciones presidenciales.

La encuesta, realizada para el diario El Clarín de Argentina por la firma Management & Fit, registró que, en caso de que se enfrentaran Cristina Fernández y Mauricio Macri para las elecciones de 2019, un 24 % votaría por la expresidenta, contra un 22 % de los argentinos que pensarían en una reelección del segundo

La ahora senadora gobernó entre 2007 y 2015 y está envuelta en el escándalo que armó Óscar Centeno, este último, un exconductor del Ministerio de Planificación de Argentina que llevó un registro del presunto pago de unos 160 millones de dólares en sobornos de contratistas a servidores públicos.

Las pruebas aportadas por Centeno han servido de base al juez Claudio Bonadio y al fiscal Carlos Stornelli para afirmar que los esposos Kirchner “comandaban la banda de las coimas”. Esa asociación ilícita, agregaron, se habría encargado de “organizar un sistema de recaudación de fondos para recibir dinero ilegal, con el fin de enriquecerse y utilizar parte de esos fondos en la comisión de otros delitos, aprovechando su posición como funcionarios del Poder Ejecutivo”.

Al comparecer ayer ante la justicia argentina, la expresidenta leyó un documento en el que negó haber recibido sobornos, recusó al fiscal y al juez, expresó que se siente perseguida por el gobierno de Mauricio Macri y anunció que en su defensa agotará todas las instancias jurídicas, incluyendo quejas ante los organismos competentes en materia de Derechos Humanos.

En palabras de la expresidenta recogidas por la agencia de noticias Efe, la caída abrupta de la imagen del Gobierno de Mauricio Macri por los problemas económicos de Argentina y por la investigación que el oficialismo sufre por presunta financiación ilegal, han sido la oportunidad perfecta para sacar a la luz esta causa contra ella.

¿Qué le espera a Cristina?

Para el analista argentino Danilo Menant, un amplio sector de la población que se benefició de las políticas sociales de Cristina Fernández le sigue brindando su apoyo, pese a las revelaciones de los cuadernos de Centeno, un asunto que, añade, era “una verdad a media voz”. El peronismo, al que pertenece la expresidenta, guarda silencio estratégico frente al hecho, pues, dice el analista, ellos necesitan a Cristina por el fuerte favoritismo que sigue teniendo.

Esto remite a la fuerte polarización de la sociedad argentina, porque de otro lado están quienes consideran que ahora sí vendrá un castigo a políticos de primer nivel por sus actos de corrupción, siguiendo el ejemplo de países como Perú o Brasil.

Esa esperanza de cambio se nutre en, por ejemplo, los políticos y empresarios encarcelados por cuenta de los cuadernos de Centeno. Según Menant, la suerte de Cristina depende de la decisión que tome el peronismo, porque para que la expresidenta sea juzgada es preciso que el Senado le levante su fuero.

Para Erick Pernett García, doctor (Ph.D.) en sociología de la Academia de Ciencias de Rusia, lo de Argentina “es una gota más en el mar de corrupción en que se mueven países como Panamá, El Salvador, Colombia y Turquía”.

Más que mirar eventos locales, Pernett recomienda “indagar sobre el por qué del afán de utilizar el poder como un trampolín para robar”. Su hipótesis es que esto ocurre en el contexto de un capitalismo en el que se ha desbordado la corrupción y en el que el capital ya no produce toda la renta o ganancia esperada.

Según el criterio del experto, “la situación hay que explicarla a partir de la fuerte contracción que se registra en el ciclo económico internacional, en el que ya no estamos frente a una recesión (de 1 o 2 años), sino ante una depresión (5 años)”.

160
millones de dólares se estima que habría movido el exconductor Óscar Centeno.

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