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Falta de definición electoral arriesga estabilidad en Ecuador
En el país no se conocen, aún, resultados definitivos de cara a la segunda vuelta presidencial.
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La distancia de votos que separa a Lasso de Pérez es de solo 30.000, lo que equivale a 0,36 % de diferencia entre ambos candidatos. FOTO EFE
17 de febrero de 2021
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Más de una semana después de que los ecuatorianos votaran en las elecciones por su próximo presidente, no se conoce quién acompañará a Andrés Arauz (candidato del expresidente Rafael Correa) en la segunda vuelta. El centroderechista Guillermo Lasso y el líder indígena Yaku Pérez están enfrascados en una disputa legal y político-electoral que amenaza con desembocar en una crisis social.
El debate gira en torno a poco más de 30.000 votos, la diferencia que separa a Lasso, con el 19,74 % de los votos, de Pérez, con 19,38 %, según lo sostenía la mañana de este miércoles el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador. Desde el día siguiente de las elecciones el líder indígena ha venido alertando sobre lo que ha dicho es una posibilidad de fraude, exigiendo un reconteo.
Pese a que al principio las autoridades parecieron tramitar la petición de la forma más institucional posible, la situación se ha vuelto con el paso de los días cada vez más insostenible. “El ambiente político es de mucha tensión. Los indígenas han advertido que preparan movilizaciones hacia Quito y Guayaquil para vigilar el proceso de reconteo”, explica Fabricio Vela, periodista ecuatoriano. Un reconteo que aún no empieza y podría no empezar nunca.
¿Irregular?
Ambos candidatos, tras varios desencuentros, se reunieron la semana pasada acompañados de representantes del CNE y de la Misión de la OEA en la que acordaron hacer el reconteo de la mitad de los votos en 16 provincias de las 24 que forman el país, y de la totalidad en la de Guayas, la más grande de Ecuador. El fin de semana pasado, sin embargo, Lasso se retiró del pacto.
“Su entorno se dio cuenta de que era un procedimiento irregular”, dice Vela. “En Ecuador ha llamado poderosamente la atención que una decisión que es privativa del CNE tenga que pasar por un acuerdo entre dos candidatos. Eso nunca se ha visto en el país”. El nudo es que dicha Institución aún no se decide a decretar resultados y tampoco a oficializar el reconteo.
Durante la noche del martes la sala plena del CNE se reunió para aprobar un informe que buscaba dar luz verde al reclamo presentado de Pérez. Al final solo dos personas votaron a favor (presidenta Diana Atamaint y consejera Esthela Acero). Del resto de integrantes, uno votó en contra (consejero José Cabrera) y hubo una abstención (vicepresidente Enrique Pita). El consejero Luis Verdesoto abandonó la sesión antes de que esta terminara.
Mientras la situación parece, en este campo, estancada, el ánimo de la ciudadanía e incluso de los organismos internacionales comienza a mostrar signos de hartazgo y preocupación. Este lunes la Misión de la Organización Electoral de la OEA manifestó en un comunicado su “preocupación sobre la falta de definiciones respecto al proceso electoral”.
Lenin Moreno, el presidente saliente, también se pronunció al respecto: “Al CNE le hago un respetuoso pedido, el país necesita los resultados, pero también la confianza en esos resultados, con irrestricto cumplimiento a la Ley atiendan todos los pedidos de revisión que los candidatos requieran, háganlo con la mayor transparencia”.
“El país se encuentra en un momento delicado. El país exige ya resultados y lo que está pasando entre los dos candidatos que disputan el paso a la segunda vuelta desestabiliza. Y mientras eso ocurre, Arauz sigue haciendo campaña”, señala Arturo Ruiz, abogado y consultor político ecuatoriano, graduado de The George Washington University. Una campaña, sin embargo, que dio un giro inesperado cuando se le acusó de recibir financiación del Eln.
“Pese la información que llegó de Colombia, el impacto en Ecuador no fue mucho” señala Ruiz. Las explicaciones de Arauz, que negó tajantemente la acusación y la atribuyó a una “campaña sucia internacional”, fueron, en opinión de Ruiz, aceptadas por la población.
Una cosa distinta piensa Vela. “Hay un segmento de la opinión pública que advierte que este puede ser un camino para una descalificación de Andrés Arauz, lo que ha generado una gran discusión jurídica en Ecuador porque hoy no hay bases para hacerlo”.
La campaña en Ecuador sigue tan viva como antes de la primera vuelta. Y aunque eso era previsible, no lo es que en el país sigan en carrera tres candidatos. Los resultados se tardan y los ánimos se siguen caldeando
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fue la ventaja que le permitió a Andrés Arauz pasar a la segunda vuelta.
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