Estados Unidos pudo palpar este jueves los daños “históricos” que dejó a su paso el poderoso huracán Ian, que “arrasó” algunas ciudades de Florida, según dijo el gobernador de este Estado, Ron DeSantis. Incluso, se confirmó que dejó al menos dos muertos y a 2,5 millones de personas sin luz.
Un portavoz del condado de Volusia, en la costa este de Florida, confirmó que “la primera muerte vinculada al huracán Ian” es la de un hombre de 72 años, “que salió a vaciar su piscina durante la tormenta”. Por otra parte, un funcionario del condado de Osceola, en el centro-este del estado, informó a CNN sobre la muerte de un residente de una casa de retiro.
Más temprano, el gobernador DeSantis mencionó dos muertes “aún no confirmadas, ya que no sabemos si están relacionadas con la tormenta”, aunque es “probable”. No indicó dónde ocurrieron estos fallecimientos. En la parte de la costa oeste de Florida, donde tocó tierra el huracán, el alguacil del condado de Lee también declaró a la cadena MSNBC –sin dar detalles– que hubo muertes.
Pero, al mismo tiempo, se seguía con la búsqueda de 20 personas desparecidas el miércoles luego de que una embarcación de migrantes naufragara cerca del archipiélago de los Cayos, ligeramente alejado de la trayectoria del huracán.
En este contexto, el gobernador DeSantis aseguró que “nunca habíamos visto inundaciones como éstas”. Y precisó que “algunas áreas, como Cape Coral, la ciudad de Fort Myers, se inundaron y quedaron realmente devastadas por esta tormenta”.
Ian, degradado a tormenta tropical, tocó tierra el miércoles por la tarde como huracán de categoría 4 (en una escala de 5) en el suroeste de Florida. Previamente pasó por Cuba, donde hubo tres muertos.