El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, oficializó este domingo que competirá en las próximas elecciones presidenciales, programadas para este 2 de octubre.
Con el respaldo del Partido Liberal, el actual mandatario medirá fuerzas con el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT), que se mantiene como el favorito en las encuestas.
El anuncio fue hecho en un multitudinario evento realizado en el pabellón deportivo Maracanazinho, en Río de Janeiro, donde Bolsonaro estuvo acompañado por varios de sus ministros y figuras políticas, como el expresidente Fernando Collor de Mello y el exfutbolista y senador Romario.
Durante el mitin político, el presidente lanzó dardos contra la Corte Suprema de su país y su contrincante Lula da Silva.
Sin mencionar directamente las tensiones que en los últimos días lo han enfrentado nuevamente con el poder judicial, el líder de la ultraderecha exaltó a políticos que por arremeter contra la corte han sido puestos tras las rejas, refiriéndose al máximo tribunal en un tono irónico que caldeó los ánimos en el recinto.
“Hoy también se sabe lo que es el Supremo Tribunal Federal”, dijo, mientras que sus seguidores interrumpieron su intervención con un fuerte abucheo y un coro que repetía “supremo es el pueblo”.
En su discurso, Bolsonaro recordó las acusaciones que llegaron a poner a Lula en la cárcel y dijo que “en Brasil no se invertía en infraestructura porque la prioridad era otra: la corrupción”.
Haciendo alusión a la familia y a la defensa de los valores pero sin mencionar su nombre, Bolsonaro acusó a Lula de promover el aborto y las drogas y de querer “enseñar sexo” a los niños mediante la “ideología de género” que, según él, quiere implementar en las escuelas si llega al poder.
“Esa misma persona que quiere legalizar el aborto en Brasil, esa misma persona que quiere legalizar las drogas en Brasil, esa misma persona que dice que la guerra de Ucrania se resuelve tomando cerveza... ¿será que sabe lo que sufre una madre con un hijo dependiente de drogas?”, dijo Bolsonaro en tono de reproche.
En la intervención, que se prolongó por más de una hora, el mandatario también habló de su encuentro con el presidente ruso Vladímir Putin, que consideró necesario para “garantizar la seguridad alimenticia de Brasil y del mundo”, por ser el principal proveedor de fertilizantes en el país, que es uno de los mayores exportadores de alimentos del planeta.
Asimismo, insistió en que su Gobierno “hace todo lo posible” por preservar la Amazonía, pero recordó que allí viven 25 millones de personas “que tienen que ser protegidas por nosotros”, una labor que, insistió, es realizada en buena parte por el Ejército.
Bolsonaro, quien se apoyó en los evangélicos para llegar a la Presidencia en 2018, también dio protagonismo a la religión en el acto de lanzamiento de su candidatura, que comenzó con una oración.
Rompiendo los protocolos, otorgó la primera palabra a su esposa, Michelle, quien en un mensaje de alto tono religioso exaltó las cualidades de su marido, de quien dijo “es el escogido de Dios” para guiar a Brasil.
De cara a las elecciones de octubre, el expresidente Lula, del Partido de los Trabajadores (PT), cuenta con el 47 % de la intención de voto según los sondeos más recientes, frente a un 28 % de Bolsonaro.