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“Arkady Babchenko, Russian Journalist, shot and killed in Kiev” (Arkady Babchenko, periodista ruso, asesinado a tiros en Kiev) se lee en el primer párrafo de la noticia del prestigioso diario New York Times, pero todo era mentira, pues Babchenko salió en rueda de prensa a demostrar que está vivo.
Sin embargo, no solo este prestigioso medio cayó, la noticia pululó por diferentes medios y portales del mundo que se encargaron de hacerle eco, pero queda una reflexión ante este fenómeno de noticias falsas que cada vez son más evidentes en el mundo y que muchas veces no pasan por los filtros de las salas de redacción, sino que se publican mecánicamente.
Incluso, hasta la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha expresado su preocupación por este tipo de noticias, la desinformación la propagan que, como reseña la Red Ética Segura de la Fundación de Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), “las denominadas noticias falsas (fake news, en inglés) se han convertido en un tema de preocupación mundial debido a que pueden conducir a la censura, la supresión del pensamiento crítico y a otras contravenciones de las leyes de derechos humanos”, dice la Red.
Incluso la Unión Europea envió un mensaje de condolencias a sus familiares y pedía a las autoridades investigar los móviles del “asesinato”. Sin embargo, tras aparecer en la rueda de prensa, Babcjenko dejó claro que su “asesinato” fue escenificado con autoridades ucranianas, pues según él, se tenía información de un supuesto plan de Rusia para acabar con su vida.
“Según la información recibida por los servicios de seguridad ucranianos, la muerte del periodista ruso Arkady Babchenco había sido ordenada por los propios servicios de seguridad rusos”, explicó el jefe de los servicios de seguridad de Ucrania, Vasyl Hrytsak.
La noticia falsa sobre lo que había pasado con Babchenko fue más allá y mostraba que la razón del ataque eran sus actividades profesionales, incluyendo sus artículos cuestionando la convulsión rusa y que, incluso, el Ministerio del Interior de Kiev había publicado un boceto de un sospechoso, “describiéndolo como un hombre barbudo de 40 a 45 años”.
Facebook, en su apuesta por contrarrestar este fenómenos, creó un decálogo para identificarlas y que usted como ciudadanos y lector, debería tener en cuenta a la hora de compartir las noticias. Entre las recomendaciones se encuentran dudar de los títulares, observar con atención la URL de donde proviene la noticia, investigar la fuente, comprobar las fechas, verificar las pruebas y consultar otros informes periodísticos que permitan obtener la veracidad de la noticia, a través del contacto con diferentes fuentes.