Ayer lunes hubo un intercambio de versiones entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo de Venezuela, Nicolás Maduro, especulando sobre una posible reunión de ambos. Mientras desde la Casa Blanca dicen que el mandatario acudiría al encuentro solo si es para negociar la salida del poder de Maduro, este último asegura estar abierto a un encuentro con el republicano.
Todo comenzó por una versión que salió publicada en el portal Axios haciendo referencia a una entrevista con Trump en el que este habría asegurado que desconfiaba del poder del líder opositor Juan Guaidó y que estaría abierto a un encuentro con Maduro.
Ante los rumores, Trump aclaró en Twitter que solo se reuniría con su homólogo “para discutir una salida pacífica del poder” y reiteró su rechazo a las administraciones de carácter socialista. Por su parte, Maduro respondió, en entrevista con la Agencia Venezolana de Noticias, que “en el momento que sea necesario estoy dispuesto a conversar respetuosamente con el presidente”.
Hasta ahora la posibilidad de un diálogo entre ambos para abordar la crisis del país es un escenario dado solo a la especulación. La Casa Blanca ha sido crítica con las administraciones de Hugo Chávez y Maduro e hizo a un lado las relaciones con estas en enero de 2019 cuando el opositor Guaidó se proclamó como presidente interino. Un utópico mandato que Estados Unidos reconoce como legítimo.
Desde entonces las relaciones bilaterales entre las naciones se han dado bajo la vocería de los opositores que, al menos en el discurso, cuentan con el respaldo del gobierno del republicano.
En otras ocasiones ha habido versiones sobre aparentes acercamientos de la Casa Blanca con el oficialismo venezolano, ante la imposibilidad de lograr un cambio de mandato mediante las gestiones de Guaidó. En febrero de 2019 el régimen de Maduro aseguró que sus delegados del chavismo tendrían acercamientos con representantes norteamericanos, unas conversaciones que no trascendieron.