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Las tensiones entre Estados Unidos e Irán continúan profundizándose. Luego de que el presidente Donald Trump dijera que no certificaría el pacto nuclear que su país mantiene con la potencia asiática y otras cinco (y que EE. UU. debe renovar cada tres meses), el líder supremo iraní, Alí Jameneí, amenazó con “destruir” el acuerdo.
“No romperemos el pacto antes de que lo haga la otra parte, pero si lo hacen, nosotros lo haremos trizas”, dijo Jameneí, y añadió que los esfuerzos de Europa por mantenerlo son “insuficientes”.
La percepción del líder es un desfavorable indicador de que pueda prosperar durante más tiempo el acuerdo firmado en 2015 con EE. UU., China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania, el grupo de las seis potencias mundiales, para disminuir el arsenal de uranio de Irán y dar fin a 15 años de castigos económicos.
Los efectos de la ruptura pasan por el crecimiento del arsenal nuclear de Irán, pero hay algo que a corto plazo inquieta todavía más: un mayor deterioro en la relación de Irán con Israel.
Y es que una tensión como la de hace cinco años entre Teherán y Tel Aviv, cuando el gobierno israelí alertó que el programa nuclear iraní iba en crecimiento y se convertía en una amenaza directa para su país, no ha vuelto a experimentarse. Entonces, no solo la Unión Europea y Estados Unidos (EE. UU.) lanzaron drásticas sanciones contra Irán, debilitando su economía, sino que la advertencia de que este último atacaría a su eterno rival, Israel, parecía cada vez más certera.
La situación ahora parece aproximarse a ese escenario de 2012. El mes pasado, Israel bombardeó el llamado Centro de Estudios e Investigadores Científicos en Masyaf, una ciudad en el centro de Siria, un sitio militar donde se decía que producían armas químicas y bombas de precisión, pero ahora hay informes de que Irán planea construir un aeródromo militar cerca de Damasco, un muelle naval en el puerto de Tartus y hasta desplegar una división de soldados en Siria.
“Tales desarrollos serían inaceptables para Israel”, plantea Elliott Abrams, investigador del Consejo de Política Exterior (un centro de análisis estadounidense), y agrega que si Irán realmente planea establecer una huella militar grande y permanente en Siria, “Israel tendrá decisiones fatídicas que tomar”.