Trump ya encara un juicio político formal para 2020

El proceso de destitución fue aprobado por la Cámara de Representantes. Pasará a Senado.

Donald Trump se convirtió en el tercer presidente de la historia de Estados Unidos en enfrentar un juicio político. FOTO AFP
El presidente de EE. UU., Donald Trump, ha manifestado públicamente que los cargos en su contra son una “invención insincera”, absurdos y peligrosos. FOTO AFP

Una Cámara de Representantes liderada por demócratas fervientes opositores al presidente Donald Trump, dos artículos en el papel y una votación que ya dejó el nombre del republicano en la lista de los únicos tres presidentes de la historia de Estados Unidos que han enfrentado un juicio político (impeachment).

Trump, el magnate que se convirtió en presidente con la promesa de hacer al país “grande nuevamente”, enfrenta un proceso de destitución en el Congreso por los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso. Los 233 votos a favor del Partido Demócrata contra los 197 de los republicanos firmaron el comienzo del caso que llevaba tres meses gestándose en la cámara baja.

El primero, el artículo de abuso de poder, los demócratas lo sustentan en la premisa que el mandatario habría usado su cargo en la Casa Blanca para beneficio propio al pedir a su homólogo de Ucrania, Volodímir Zelenski, investigar a la familia Biden en ese país.

Joe Biden, precisamente, es el precandidato más opcionado a obtener la nominación demócrata según el portal Real Clear Politics, con un 27,9% de aprobación respecto al resto de los 16 postulados que quedan en la carrera como Bernie Sanders (19,7) y Elizabeth Warren (15).

El segundo apareció sobre la marcha. En las primeras semanas de las pesquisas preliminares Trump se negó a cooperar con el proceso y a permitir que sus funcionarios testificar frente a la Cámara, lo que se convirtió en un cargo más: el de obstrucción al Congreso. Ambos serán entregados al Senado, de mayoría republicana, para que continúe el proceso.

Juicio condenado al fracaso

“Como juicio político el proceso no tiene futuro, pero como estrategia de campaña es la apuesta que están haciendo los demócratas. Es una jugada arriesgada que puede terminar siendo mala”, sentencia el director de Ciencias Políticas de la Universidad de la Sabana, Cristian Rojas.

Cuando los folios lleguen al Senado los legisladores deben ajustar las reglas del caso y luego son ellos mismos los que hacen el rol de fiscal para juzgar al mandatario. Y, en este proceso, los republicanos están actuando en bloque, más en un contexto electoral para los comicios de noviembre de 2020, en los que Trump quiere ser reelegido.

“Hay un conflicto de interés porque el Senado tendrá dos roles y sus líderes se están relacionando directamente con la Casa Blanca y los abogados del presidente”, relata el profesor de política de American University, Emilio Viano. Así, Trump tiene el camino abonado para salir victorioso en la segunda fase del pleito.

Hasta el presidente ya pidió a los legisladores que el juicio se priorice en la agenda. Así, este 2019 culmina con un expediente en curso en la Cámara que encontraría su ocaso en enero o febrero de 2020, en el Senado, donde los republicanos tienen 53 asientos, una notable mayoría contra los 45 de los demócratas.

¿Para qué continuar con un proceso que no va a funcionar? La respuesta, dice el profesor de relaciones internacionales de la Universidad Externado, David Castrillón, es que los demócratas no tenían otro camino como oposición y le apuntan a deslegitimar al presidente.

Solo el revés de un grueso grupo del partido de Gobierno daría la vuelta al proceso de destitución haciendo que Trump sea el primer presidente de Estados Unidos en dejar el poder por un juicio, un escenario que está lejos de ocurrir.