viernes
7 y 9
7 y 9
Con que 24 Estados de los 35 que conforman la Organización de Estados Americanos (OEA) voten a favor de expulsar a Venezuela del ente, el país que preside Nicolás Maduro quedará excluido de gran parte de las dinámicas regionales. En la pasada Cumbre de las Américas de Lima se dio un anticipo de eso: los gobiernos del continente dejaron claro que no están conformes con la situación de dictadura y persecución política del vecino.
Eso es lo que prevén la mayoría de naciones del hemisferio al aprobar ayer, con 19 votos a favor, 4 en contra y 11 abstenciones, una resolución que convoca a una asamblea extraordinaria para analizar la propuesta de suspender a Venezuela. En tal instancia, de la que resta esperar la fecha, se tomará la decisión.
Pero no será un asunto fácil. Si bien, de forma mayoritaria hay acuerdo para la convocatoria la extraordinaria, los 15 votos que hoy se negaron hacen difícil lograr el respaldo para la salida definitiva.
Con un fuerte aplauso, la 48ª Asamblea General del máximo ente multilateral de las Américas selló su aval a una iniciativa promovida por Estados Unidos, y presentada por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, México y Perú, que declara ilegítima la reelección de Nicolás Maduro, y llama a debatir la aplicación de la Carta Democrática Interamericana por “alteración del orden constitucional”, un proceso que podría derivar en la suspensión.
“En nombre del presidente Donald Trump, pido a la comunidad de naciones libres, que expulsen a la dictadura de Maduro de la OEA. Esta debe representar la libertad. Y ahora es el momento”, dijo ayer el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, durante una recepción con “naciones afines” en la Casa Blanca.
Por su parte, desde Venezuela, Maduro respondió: “nosotros denunciamos a la OEA y nos vamos de la OEA (...) ya van 13 meses de los 24 que tenemos que esperar para que sea efectivo. Cuando Venezuela salga de la OEA vamos a hacer una gran fiesta nacional”.
Precisamente, el país solicitó por su propia cuenta salir del ente, algo presentado de manera formal el 28 de abril de 2017, una salida que por cuestiones procedimentales no será efectiva hasta dos años después, 2019.
Contrario a votaciones pasadas, en las que los pequeños países insulares de las Antillas blindaban a Caracas cuando se presentaban iniciativas contrarias a sus intereses —se beneficiaban de su petróleo a precios bajos—, ayer se evidenció un creciente interés de las naciones caribeñas por sancionar diplomáticamente a Venezuela —Santa Lucía, Bahamas, Barbados y Dominica votaron a favor— .
¿Pero más allá del resultado que tendrá la iniciativa de expulsar a Venezuela de la OEA, generará realmente esto algún efecto real sobre el régimen? EL COLOMBIANO consultó con expertos.
En opinión de Carlos Arévalo, docente de la Maestría en Derecho Internacional de la Universidad de La Sabana, “las razones para buscar la suspensión de Venezuela son fundamentalmente que no cumple con los principios de una democracia, lo que implica no solo respetar la voluntad popular, sino mantener el equilibrio de poderes, proteger los derechos fundamentales, entre otras cosas que claramente no se respetan”.
El experto solo ve efectos simbólicos en ello, relevantes e históricos, pero simbólicos. “Es importante dejar el precedente de que los países del hemisferio consideraron que Venezuela no debería seguir tomando parte en las deliberaciones. Es un hecho histórico, más allá de los efectos que pudiera tener en el país”.
Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, consideró que “viendo el precedente más relevante en este sentido, la expulsión de Cuba de la OEA (1962), eso no llevó a resolver el tema. Por el contrario, el régimen se mantuvo e incluso usó lo sucedido en su discurso. Si uno revista la respuesta de Caracas, es evidente que eso le sirve para su retórica. Por otra parte, a Venezuela la pueden sacar, pero eso no implica que el país se vea forzado a regresar al camino democrático”.
De cualquier forma, ambos expertos coinciden en que si algo ha cambiado en torno al régimen chavista es que ya no tiene formas de blindarse y ocultar sus excesos dictatoriales mediante una influencia exterior que ya es prácticamente nula. Maduro gobierna aislado en la región.