Venezuela subirá, por primera vez en casi dos décadas, los precios de la gasolina más barata del mundo, como una de las medidas para enfrentar la aguda crisis económica que azota al país petrolero, dijo este miércoles el presidente Nicolás Maduro.
Con los nuevos precios la gasolina de 95 octanos se incrementará en 62 veces para pasar a costar 6 bolívares el litro desde los 0,097 bolívares actuales. La gasolina de 91 octanos subirá de 0,07 bolívares por litro a 1 bolívar.
Venezuela sufre una profunda recesión económica con la inflación más alta del mundo, en medio de una tozuda escasez de bienes básicos que se ha agravado con el desplome de los precios del crudo, la principal fuente de divisas de la nación.
Maduro anunció que el aumento representará para el país ahorros por unos 800 millones de dólares en el dinero que destina a importar aditivos, especialmente para su gasolina de 95 octanos.
Según cifras oficiales, la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) destina unos 12.500 millones de dólares anuales para mantener el subsidio a los combustibles.
“Llamo a la paz y al respeto, junto al pueblo y los transportistas, a todas estas decisiones necesarias”, dijo Maduro durante una cadena de radio y televisión. “Al pueblo venezolano le pido que sea un sistema recibido y apoyado”.
El aumento de la gasolina es un tema sensible en Venezuela. A principios de 1989 el entonces presidente Carlos Andrés Pérez emprendió una serie de ajustes económicos -que incluyeron el alza del combustible- y que derivaron en violentas protestas conocidas como el “Caracazo”.
Remecido por las protestas, Pérez no pudo terminar su mandato y de allí en adelante los venezolanos asociaron el alza del combustible con protestas y asumieron como un derecho adquirido gozar de la gasolina más barata del mundo.
Adicionalmente, como parte de las medidas para capear la crisis económica, Maduro anunció un alza de los precios controlados para un centenar de servicios y productos fundamentales, aunque sin enumerarlos.
“Hay que establecer los nuevos precios en base a los costos reales”, dijo el mandatario luego de admitir que había productos cuyos precios estaban “desfasados”.
El máximo margen de ganancia para bienes y servicios ofrecidos en Venezuela es de un 30 por ciento.
El presidente además ordenó una reestructuración del sistema estatal de producción, importación y distribución de alimentos y también anunció una devaluación del bolívar. Actualmente, el SIMADI, la cotización oficial más alta, se encuentra en cerca de 200 bolívares por dólar.
La devaluación será del 63 por ciento de la moneda nacional y pasará el valor del dólar preferencial o protegido de 6,3 a 10 bolívares, al tiempo que una “simplificación” del sistema de control cambiario, que pasa de tres “a dos bandas”.
El nuevo sistema cambiario suprime uno de los tres tipos de cambio que existían hasta ahora (el intermedio SICAD, que se encontraba a 13 bolívares) e incorpora un tipo de cambio del “dólar flotante”, según el presidente, que no precisó más detalles sobre el tipo de cotización al que arrancará.
Ese tipo de cambio se basará en una “transformación” del actual SIMADI, la cotización oficial más alta, que actualmente se encuentra en cerca de 200 bolívares por dólar.
La devaluación del tipo de cambio más bajo del bolívar -reservado a la importación de alimentos, medicinas y bienes de primera necesidad- será de un 63 por ciento al pasar de 6,3 a 10 bolívares por dólar.
El nuevo sistema cambiario entrará en vigor a partir del jueves, señaló el presidente.
La última devaluación del cambio oficial preferencial del bolívar se produjo en febrero de 2013, cuando pasó de 4,3 a 6,3 bolívares por dólar.