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Líderes indígenas le exigen al alcalde Daniel Quintero que se disculpe por sus declaraciones sobre estas comunidades
Siguen los rechazos de estas poblaciones sobre sus expresiones sobre los indígenas y el trato que le dio a la consejera Indígena de las Juventudes en su consejo de gobierno.
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La polémica con los indígenas se intensificó luego del cruce verbal entre el alcalde Daniel Quintero y la consejera Indígena para las Juventudes, Andrea Muyuy en el consejo de gobierno del pasado lunes. FOTO: CORTESÍA
07 de marzo de 2023
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La Asociación de Cabildos en Contextos de Ciudad (Ancic) rechazó el comportamiento y los señalamientos del alcalde de Medellín, Daniel Quintero, en relación con las comunidades indígenas y pidieron, a través de un comunicado, que se disculpe por esto y por el trato que le dio durante su consejo de gobierno a la consejera Indígena de las Juventudes, Andrea Muyuy.
José Adalberto Muyuy, miembro fundador de la Ancic, expresó que “rechazamos todo acto de violencia y persecución. No más estado colonizado, racista y clasista. Es evidente que la administración de Daniel Quintero se equivoca de nuevo. Es importante reconocer su error y no generar más señalamientos, injurias y calumnias a nuestros pueblos originarios y en especial a nuestras autoridades tradicionales”.
Las exigencias para el alcalde Quintero se generan después de que la consejera Andrea Muyuy le pidiera al mandatario que se rectificara sobre los términos de “taita” y “gobernadores”, a propósito de que él los señalara de proxenetas y explotadores de menores, luego de la toma de una comunidad indígena al edificio de la Alcaldía de Medellín el pasado 22 de febrero.
En pleno consejo de gobierno, Andrea Muyuy tuvo un altercado con el mandatario y finalmente ella fue sacada de esta reunión, transmitida por TeleMedellín, cuando ella lo dejó en evidencia.
El miembro fundador de la Ancic también le explicó las diferencias de los términos de las comunidades indígenas. “El concepto de Taita designa en la comunidad autoridad, respeto, sabiduría y liderazgo. Nuestros taitas y autoridades tradicionales no somos delincuentes, proxenetas ni personas dedicadas a la trata de personas. Si de derechos humanos hablamos, prima la dignidad y respeto integral”.
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