Los vecinos del Aeroparque Juan Pablo II pensaban que la pesadilla que sufrieron por la instalación de la polémica megacarpa del “Hangar Park” –montada por el cuestionado contratista de eventos Cyan en el Aeroparque Juan Pablo II– había terminado, pero ahora con preocupación los vecinos de Belén Las Playas tuvieron que reconocer que poco o nada ha cambiado, pues la problemática de ruido por eventos en este espacio los sigue perjudicando.
Para entender bien el asunto hay que recordar lo que ha sido este suplicio para los residentes del tradicional barrio de la comuna de Belén.
Resulta que a mediados de 2023 EL COLOMBIANO denunció la realización de un contrato entre la entidad pública Metroparques –que tiene injerencia sobre el Aeroparque Juan Pablo II– y Cyan que era una de las compañías contratistas mimadas por la administración Quintero. Dicho contrato daba la posibilidad a Cyan de usufructuar la plazoleta No. 1 y la zona verde de la plazoleta No. 2 del Aeroparque para eventos comerciales, desde el 1 de mayo de 2023 hasta el 30 de agosto de 2026.
El leonino contrato estipulaba la instalación de una mega carpa móvil –con capacidad para hasta 8.000 personas– para la realización de conciertos. Esta estructura convirtió en un infierno la vida de los residentes vecinos pues cada concierto se volvía una fuente de intolerable ruido que acabó por enfermar a cientos de residentes.
En abril de 2024 el Juzgado 28 Administrativo del Circuito de Medellín ordenó como medida cautelar suspender la actividad mientras se adelantaban informes de fondo para determinar si el lugar era apto para operar. El 25 de noviembre de 2024 el Área Metropolitana emitió una Resolución que daba cuenta de que la megacarpa incumplía con todos los requisitos técnicos y ambientales posibles. Para febrero de 2025, la megacarpa fue desmontada y ahí los vecinos de Las Playas pensaron que había terminado su pesadilla de ruido constante y noches sin pegar el ojo. Sin embargo, esto no fue así.
Según relataron veedores y vecinos de Las Playas, poco o nada ha cambiado el asunto del ruido desde el Aeroparque Juan Pablo II bajo la nueva administración de Federico Gutiérrez. En diálogo con EL COLOMBIANO, miembros de la Junta de Acción Comunal manifestaron su preocupación por lo que sigue sucediendo.
“Todavía (Cyan y Metroparques) no han terminado de acatar el fallo que dice que hay que restituir todo el espacio público afectado por la Megacarpa y aún así Metroparques sigue alquilando el espacio para hacer eventos pese a que el juez recordó que eso está prohibido. Tenemos varias cartas que se le han mandado a Metroparques comentando esto, pero responden vagamente. Como que a ellos lo único que les interesa es ganar dinero alquilando eso y pasando encima de la comunidad. Y mientras tanto, nosotros sufriendo”, añadieron.
Octavio Vélez, director de temas ambientales de la JAC, señaló que los dos últimos eventos realizados en el espacio que habría sido alquilado por Metroparques al interior del Juan Pablo II fueron todo un “festival” de incomodidades para los residentes de Belén Las Playas.
“Aquí se han cometido todos los abusos que se puedan cometer contra una comunidad. Por ejemplo, el 19 de septiembre, se hizo un evento como de gimnasios (El WellFest 2025) y desde las 6:00 p.m. hasta las 11:00 p.m. el nivel de ruido de los equipos de sonido superó los 110 decibeles cuando el máximo permitido por la norma en zonas residenciales como esta en la noche es de 50 decibeles. Pero el día del evento, que fue el 20, desde las 5:30 a.m., se registraron 112 decibeles y así nos tuvieron hasta las 4:30 p.m. La bulla avisa que ese día no vamos a dormir.”, añadió.
En una queja remitida por la JAC donde se comentó esta y otras situaciones se dejó por escrito que “este comportamiento evidencia que el Aeroparque no exige a los terceros, a quienes arrienda el espacio, el cumplimiento de la normativa en materia de convivencia y medio ambiente, ni garantiza el respeto a los derechos de la comunidad”.
Y el pasado 12 de octubre –cuando se hizo el evento “El Primer Hierro con Hierro” que contó con artistas y djs del Urabá y de la Costa Caribe– hubo otro asunto mucho más delicado pues desde la 1:00 p.m. Hasta la 1:00 a.m., el ruido superó los 120 decibeles –flagrante violación a la Ley Antiruido–; pero además al cierre del certamen se armó una trifulca que derivó en pedrea y daños a las viviendas vecinas del aeroparque. Hast el Undmo tuvo que intervenir.
“Por otro lado, la comunidad sufrió las consecuencias de la acumulación de residuos y la contaminación sanitaria provocadas por los asistentes, generando malos olores y la presencia de heces fecales en diferentes jardines del sector”, se lee en otra queja de la JAC a Metroparques.
“Este es un asunto muy grave. No más en la JAC, sabemos que por lo menos hay 40 familias afectadas porque son las que viven al frente del Aeroparque, pero es que la bulla cruza todo el barrio y llega hasta La Mota. Acá hay gente que ya le toca ir al médico enferma de la bulla. Hay un vecino que con cada ‘concierto’ tiene que ir a urgencias, y en Feria de Flores otro chico que tiene autismo casi se tira de un tercer piso del desespero del ruido. Es inconcebible que hagan estos eventos pues la sentencia que acabó el contrato de Cyan señaló que el espacio público no se puede alquilar, pero Metroparques sigue haciéndolo”, recordó Vélez.
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