Alejandro González Valencia, director de Corantioquia, explicó que con los estudios levantados hace más de tres años se identificó el páramo, que no estaba en el radar nacional por la escala que se manejaba y se logró que el Ministerio del Medio Ambiente lo reconociera.
Tras la delimitación, hay tres años para zonificar los usos del suelo bajo parámetros que aún no se conocen. Como la Serranía es parte del Distrito de Manejo Integrado de la cordillera divisoria entre Valle de Aburrá y río Cauca, se aplican los mismos usos del suelo que tenía el área: zona de preservación exclusiva en la que no se permiten actividades agropecuarias ni mineras o cualquiera que la afecte.
González Valencia reconoce que la estación de Policía ha sido vital para la conservación, así como el compromiso decidido de la familia Moreno, que ha ofrecido el terreno y ojalá a mediano o largo plazo se pueda adquirir, “pero hay otros escenarios que la familia ha reclamado, ayúdenos con los impuestos. Hay figuras en las que los municipios pueden hacer exenciones para zonas de conservación. De hecho en el norte las tienen porque sino el propietario queda con todas las cargas y nada del beneficio, es injusto. Lo mínimo es que no tuvieran impuestos”.