viernes
7 y 9
7 y 9
Estas semanas serán decisivos para la agroindustria bananera del país, pues se conocerán los resultados de las pruebas practicadas en Holanda, las cuales determinarán si el Fusarium Raza 4 Tropical (Foc R4T) llegó o no al continente americano.
Adicionalmente, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) terminará la erradicación de unas 170 hectáreas de cultivos de banano, correspondientes a seis predios de La Guajira, en las que se sospecha estaría la plaga.
Jaime Cárdenas, subgerente de Protección Vegetal del ICA, le explicó a EL COLOMBIANO que esa labor hace parte del protocolo de control establecido para enfrentar la eventual llegada de este mal y evitar su propagación por las 50.685 hectáreas sembradas de la fruta, cuya producción se exporta (ver gráfico).
Pese al temor que suscita el arribo del hongo, el gobierno y los productores están confiados en contrarrestar exitosamente sus eventuales efectos en las plantaciones, e insistieron en que no representa un peligro para la salud de los consumidores. “Es importante que esto se diga y se entienda. Los países que hoy tienen esta enfermedad siguen exportando”, acotó Cárdenas.
Adicionalmente, el subgerente le confirmó a este diario que el plan de reacción de la entidad contempla el uso del herbicida glifosato en las plantaciones que presumiblemente estarían infectadas.
Las alertas están activadas desde el 17 de junio cuando se implementó la cuarentena en la fincas guajiras tras observar en ellas señales de marchitez, provocada posiblemente por Foc R4T, en cultivos de banano en los municipios de Dibulla y Riohacha (ver Claves).
De confirmarse el diagnóstico, el funcionario comentó que una de las hipótesis del eventual contagio habría sido por la presencia de personas procedentes de Malasia o Filipinas, donde hay Foc R4T, que pudieron haber visitado la zona.
Como parte del plan de acción para encarar esta contingencia, el ICA instaló el jueves un Puesto de Mando Unificado (PMU) en el departamento del Magdalena, para monitorear la región y coordinar las acciones necesarias para atender la amenaza.
“En este puesto actualizamos la información y hacemos el seguimiento de las actividades con el propósito de avanzar en los compromisos, esto con el fin de prevenir el ingreso de la enfermedad al Magdalena, si se llegara a comprobar su presencia en La Guajira”, indicó Cárdenas.
La región de Urabá tiene la guardia alta
Según la Asociación de Bananeros de Colombia (Augura) la producción de la fruta en Antioquia se desarrolla en el llamado Eje Bananero, integrado por los municipios de Chigorodó, Carepa, Apartadó y Turbo, desde donde se despacharon el año pasado 66,7 millones de cajas por valor de 561,4 millones de dólares.
La zona cuenta con 35.123 hectáreas sembradas de banano. En ella están asentadas las principales comercializadoras del producto como Unibán, Banacol o Banafrut, en cuyas actividades generan unos 35.000 puestos de trabajo directos.
Para preservar este andamiaje económico y de desarrollo, el secretario de Agricultura de Antioquia, Alexánder Osorio, confirmó que el viernes el ICA también instaló un PMU en Urabá y tiene previsto instalar otro en el Bajo Cauca.
El funcionario admitió el riesgo para la región agroindustrial, teniendo en cuenta que es un corredor por el que pasan constantemente inmigrantes africanos y asiáticos, continentes en los que está detectado el Foc R4T.
“Las autoridades deben hacer un buen control de esas personas (que generalmente transitan ilegalmente). Las muestras que se analizan en Holanda, en caso de confirmar la llegada del hongo a Colombia, podrían determinar su origen”, dijo.
Por su parte, el empresario bananero, Gabriel Harry Hinestroza, resaltó el trabajo conjunto que viene ejecutando la autoridad sanitaria (ICA), con los gremios y productores de banano, para atender el caso sospechoso.
“Las medidas preventivas y de control se han asumido de forma rigurosa, con el fin de proteger la producción de plátano y banano, productos de alto consumo en el mundo y que son el sustento económico de miles de familias colombianas”, declaró (ver ¿Qué sigue?).
Desde la presidencia de Augura, Émerson Aguirre señaló que “para los bananeros es fundamental contar con los PMU, que permitirán de manera directa ejecutar el plan de contingencia establecido por el ICA”.
En la misma línea se expresó José Francisco Zúñiga, presidente de la Asociación de Bananeros del Magdalena y La Guajira (Asbama), quien insistió en que no se pueden ahorrar esfuerzos para prevenir la entrada del Foc R4T.
“El Fusarium es una realidad en el mundo y todos los países productores estamos expuestos”, mencionó el dirigente, quien representa a los productores de la costa Caribe, donde hay sembradas 15.562 hectáreas de la fruta, cuya producción está dedicada a atender los mercados externos.
El año anterior, las exportaciones de banano desde la zona del Magdalena y La Guajira fueron de 34,6 millones de cajas por valor de 314,4 millones de dólares, con destino a Estados Unidos, Bélgica y Reino Unido.
Colombia está a tiempo de controlar
La profesora Liliana María Hoyos, de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional, precisó que el Foc R4T ha infestado plantaciones de banano en Asia, provocando una preocupación creciente para la agroindustria, ya que coloniza, infecta y destruye las plantas de banano variedad Cavendish, que justamente es la que se cultiva en el país.
“En Colombia el calor y la humedad favorecen la enfermedad”, advirtió la docente, quien fue citada por la agencia de noticias de la Universidad, en un texto sobre cómo se transmite el mal.
“Como el hongo permanece en el suelo se puede propagar fácilmente por el movimiento de material de siembra; por la tierra que se adhiere al calzado de las personas; por herramientas y vehículos que entran a los cultivos y a través del agua de escorrentía o de riego que arrastra el hongo de un sitio a otro”, precisó.
Para la investigadora, los productores aún están a tiempo de tomar medidas fitosanitarias y de bioseguridad para controlar una eventual propagación de la enfermedad. “El conocimiento es un arma poderosa para que las personas sepan que si van a sitios donde posiblemente esté el hongo, tengan cuidado de limpiarse los zapatos y cambiarse la ropa, entre otras medidas preventivas”.
Plaga agresiva, tratamiento contundente
Según Hoyos, una plantación está infectada cuando el hongo penetra las raíces y viaja por el tejido vegetal hasta llegar al tallo: “al entrar, los vasos vasculares se taponan quedando la planta en la parte superior sin comida, al punto de podrir o marchitar las hojas, por la degradación de unas enzimas. Con la muerte de la planta, el hongo se retira del tejido vegetal y ocupa otros tejidos, hasta que finalmente forma las clamidosporas (células gruesas) que regresan al suelo y pueden sobrevivir por más de 30 años”.
En ese contexto, cuando la enfermedad ya está presente no se puede controlar por prácticas de cultivo tradicionales ni químicas, concluyó.