El grupo Toyota cerró el primer semestre de su presente año fiscal con una caída del 45,3 % en sus beneficios netos respecto al mismo semestre del ejercicio anual anterior, un período marcado por el impacto de la pandemia de coronavirus.
La firma acumuló entre el 1 de abril y el 30 de septiembre de este año unos beneficios netos de 629.368 millones de yenes (5.146 millones de euros/6.084 millones de dólares), frente a la ganancia neta de 1,15 billones de yenes (9.399 millones de euros/11.115 millones de dólares) del primer semestre del año fiscal anterior.
El período estuvo marcado por un trimestre, el comprendido entre abril y junio, que se vio muy afectado por el impacto de la covid-19, que forzó a Toyota a cerrar sus fábricas durante varias semanas por los problemas de producción y la caída en las ventas globales.
En el primer semestre de su año fiscal, Toyota tuvo unos ingresos de 11,38 billones de yenes (92.995 millones de euros/109.974 millones de dólares), con una caída del 25,9 % respecto al mismo período del año fiscal anterior, y el beneficio operativo registró un descenso del 62,8 %, hasta 519.981 millones de yenes (4.251 millones de euros/5.027 millones de dólares).
Para el ejercicio anual completo, que cerrará el 31 de marzo de 2021, Toyota espera completarlo con una caída del 30,3 % en sus beneficios netos y con un descenso del 12,9 % en sus ventas.
La firma indicó que en el primer semestre de su presente año fiscal vendió un total de 4,37 millones de vehículos de todas sus marcas, frente a los 5,45 millones del primer semestre del ejercicio fiscal anterior.
Sólo en Norteamérica, su principal mercado, Toyota vendió 930.000 unidades, un 35,7 % menos que las colocadas en esa región en el primer semestre del año fiscal anterior.
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