El crecimiento económico de Estados Unidos se frenó bruscamente en el primer trimestre del año, debido a que el gasto del consumidor disminuyó y la fortaleza del dólar golpeó a las exportaciones.
El Producto Interno Bruto (PIB) se expandió 0,5 por ciento entre enero y marzo, frente a igual periodo de 2015, el ritmo más lento desde el primer trimestre de 2014, aseguró el Departamento del Trabajo de Estados Unidos en su estimación preliminar.
La economía también fue afectada por el crudo barato, que redujo las utilidades de empresas que proveen servicios petroleros, como Schlumberger y Halliburton.
“Aunque el crecimiento fue débil al comienzo del año, los resultados (...) son consistentes con tendencias estacionales durante la década pasada. Las expectativas para el aumento del PIB para el resto del año siguen siendo buenas”, dijo Jim Baird, jefe de inversiones de Plante Moran Financial Advisors en Kalamazoo, Michigan.
Analistas consultados en un sondeo de Reuters proyectaban que la economía se expandiera a un ritmo de 0,7 % en el primer trimestre, tras crecer a una tasa de 1,4 % en el cuarto trimestre de 2015.
La desaceleración del crecimiento probablemente sea temporal, dado el mercado laboral razonablemente robusto. Las solicitudes de subsidios por desempleo están cerca de mínimos en 43 años y la creación de empleo promedió 209.000 puestos de trabajo en el primer trimestre.
Aunque la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) admitió el miércoles que la actividad económica se ha “desacelerado”, también dijo que las condiciones del mercado laboral han “mejorado más”. El banco central de ese país parecía considerar que las amenazas derivadas de la economía global y los mercados financieros han disminuido.
No obstante, no todos son optimistas y Josh Bivens, analista del Instituto de Política Económica, alertó de que, si la ralentización del crecimiento se prolonga, habrá presiones al alza sobre el desempleo y los recientes avances en la tasa de participación en la fuerza laboral “probablemente se desvanecerán”.
Uno de los datos a monitorear es el consumo de los hogares, que responde por más de dos tercios de la actividad económica en Estados Unidos y que, para el primer trimestre subió a una tasa de 1,9 %, la más lenta desde el periodo enero-marzo de 2015 y una desaceleración respecto a la tasa de 2,4 % del cuarto trimestre del año pasado.
El ingreso disponible de los hogares tras impuestos e inflación subió un 2,9 % en el primer trimestre tras elevarse un 2,3 % en el período previo. Los ahorros aumentaron a 712.300 millones de dólares desde 678.300 millones de dólares en el cuarto trimestre.
