Las Zonas Económicas y Sociales Especiales (Zese) se crearon con el Plan Nacional de Desarrollo (PND) con el fin de “atraer inversión nacional y extranjera y así contribuir al mejoramiento de las condiciones de vida de su población y la generación de empleo”, dice en la Ley 1955.
No es para todo el país, sino que se concentra en La Guajira, Norte de Santander y Arauca, aunque se extiende también a las ciudades capitales en las que los índices de desempleo, entre el 2014 y 2019, hayan sido superiores al 14 %, según el parágrafo cinco del artículo 268 del PND —lo que incluiría a Quibdó, Armenia y Valledupar, si se toma el dato más reciente del Dane—.
Los beneficios contemplan una tributación en renta cero en los primeros cinco años de poner en funcionamiento a las sociedades y de la mitad de la tarifa general (50 %) para los siguientes cinco. También aplica para la retención en la fuente, que se calcula proporcional al impuesto de renta.
El decreto que viabiliza este modelo está en la puerta del horno, según confirmó el ministro de Comercio, Industria y Turismo, José Manuel Restrepo y entraría en vigor esta semana.
Aplica para las sociedades comerciales, industriales y agropecuarias que se creen y apliquen en los tres años siguientes a la emisión de la Ley (a 2023) y a las existentes que se vinculen en ese periodo.
La clave está “en que demuestren un aumento del 15 % del empleo directo generado” y que se mantengan en el periodo del beneficio, dice la norma —el alza se calculará con base en el promedio de los trabajadores de los últimos dos años—.