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La Asociación Nacional de Empresas Generadoras, la Asociación Colombiana de Grandes Consumidores de Energía, la Cámara de Grandes Consumidores de Energía y Gas de la Andi, la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, la Cámara Colombiana del Cemento y el Concreto, la Federación Nacional de Productores de Carbón y la Asociación Nacional de Industrias Plásticas, manifestaron su preocupación por el impacto que tendría en la iniciativa legislativa de la reforma tributaria, la inclusión del carbón dentro de los combustibles gravados con el impuesto al carbono.
A través de un comunicado, los gremios manifestaron que, si bien coinciden en que se deben buscar mecanismos para incentivar la reducción o compensaciones en las emisiones de carbono, la propuesta con la que se busca modificar la Ley 1819 de 2016 en lo relacionado con el impuesto al carbono gravando al carbón como combustible, “generaría un impacto fuerte en diferentes frentes de la economía nacional, que no se compensan en nada con los recaudos que pudiera recibir el Gobierno con la iniciativa”.
Las razones y propuestas
Entre los motivos por los que rechazan la propuesta de gravar al carbón como combustible, los gremios afirmaron que se generaría un alza en el precio de los contratos de generación de energía eléctrica del orden de $18 por kilovatio/hora, lo que representaría un impacto sobre los consumidores finales cercano a $1,3 billones al año, que se reflejaría en las tarifas de todos los usuarios.
“Esta apuesta de inclusión de mayores impuestos en las facturas de los usuarios de electricidad del país, le representaría a Estado una apropiación adicional en el Presupuesto y un pago adicional neto, a través del ya deficitario Fondo de Subsidios en cerca de 150 mil millones de pesos al año, para financiar los aportes que otorga el Estado a los usuarios de menores ingresos. La medida solo le permitiría recaudar al Estado por ese concepto, 250 mil millones de pesos con lo cual se tendría un efecto Neto Negativo para la sociedad del orden de 1.2 billones de pesos al año”, expresó el comunicado.
Asimismo, los gremios también aseguraron que esta iniciativa causaría “un efecto negativo en la industria nacional que utiliza este energético, en sectores relevantes para la economía como la siderurgia, cemento, ferroníquel, papel, productos cerámicos, vidrio, fibras textiles, alimentos y bebidas”, y agregaron que el principal problema de esta propuesta es que grava al carbón y no a las emisiones de carbono: “Las industrias mencionadas, además de verse afectadas por el incremento en sus tarifas eléctricas, generándoles una doble tributación, son estratégicas para la reactivación económica del país en el escenario post-covid, con lo cual, elevar sus costos de producción dificultaría su viabilidad empresarial, y en tanto, se afectará a los consumidores finales”, puntualizaron.
Finalmente, el llamado que hicieron al Gobierno Nacional es a que, en lugar de establecer nuevos impuestos, “debería considerar otras alternativas, privilegiando mecanismos regulatorios y normativos que promuevan la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a través del mercado voluntario de carbono, o incentivando el uso de tecnologías que contribuyan a mitigar el impacto ambiental” .