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En menos de 15 años los colombianos van a demandar el 50 % más de la energía que consumen hoy, por lo que garantizar que se construyan proyectos que atiendan esa necesidad ha sido una prioridad del Gobierno durante los últimos años. Sin embargo, nuevas empresas locales que han entrado al negocio de la generación consideran que aún faltan condiciones de mercado y seguridad en la regulación para poder competir con capital extranjero y con grandes generadores.
Una de las quejas principales proviene de los inversionistas en pequeñas centrales hidroeléctricas, conocidas como PCH, por un proyecto de regulación que las obligaría a cotizar en la bolsa de energía, pese a que hoy gozan del beneficio de ingresar al mercado energético de manera directa, y en la medida en que tengan agua para generar.
“Lo que parece es que quieren quitarles ese beneficio regulatorio, entonces la entrada a la generación no sería automática, sino que tendrían que ofertar la energía a determinado precio y, si ofrecen uno que no es adecuado, no resultan despachadas”, asegura Luis Guillermo Vélez, promotor de proyectos PCH.
La razón por la que hasta ahora no han sido obligadas a hacer parte de la oferta de la bolsa, es el de incentivar la inversión para aprovechar el potencial que representan, y que la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) estima en 90.000 megavatios.
Las pequeñas centrales funcionan con el mecanismo filo de agua, es decir, no embalsan, como sí lo hacen las grandes centrales hidroeléctricas, lo que significa que la generación de energía depende del caudal de los ríos, que suele ser intermitente.
“Como la hidrología es muy variable, prácticamente no se tiene certeza de la cantidad que puede entregar en cada hora una filo de agua. Si les quitan el beneficio de entrar directamente al sistema, el pequeño productor de energía se expone al riesgo de no poder cumplir”, insiste Vélez, quien asegura que hay por lo menos dos proyectos de regulación en curso que ya han empezado a frenar las intenciones de inversión de varios agentes.
Frente a la posibilidad de que se esté pensando en quitar el beneficio mencionado a las PCH, el Ministerio de Minas y Energía indicó: “Partiendo de la clasificación de las PCH (<20 MW), estas plantas no tienen que participar en la bolsa de energía, sin embargo, si tienen una capacidad efectiva neta mayor a 5 MW, pueden participar si así lo desean”.
Pese a lo anterior, y por el peso que hoy tienen las PCH, que ya suman el 5 % de la capacidad instalada total de la energía en Colombia, en el sector no se descarta que haya cambios regulatorios orientados a garantizar que la variabilidad de la generación no afecte la confiabilidad de la energía que consumen los colombianos.
“Al tener una participación que comienza a ser significativa para el Sistema, sumada a la entrada de otras fuentes renovables como la eólica y solar, se observa que una porción importante de la generación tendrá una variabilidad importante asociada a la intermitencia del agua, el sol y el viento. Por este motivo, en el sector eléctrico se vienen revisando los requisitos técnicos y de firmeza que deben cumplir estas fuentes de generación, para garantizar una operación confiable y segura”, explicó Alberto Mejía Reyes, gerente de Mercado Energía Mayorista de EPM.
De acuerdo con el funcionario, la empresa no considera hoy que la operación se esté poniendo en riesgo con la capacidad instalada actual, por lo que señala que “dichas exigencias deberían aplicarse a las plantas nuevas, y para las existentes establecer un plan de transición que dé señales adecuadas a los inversionistas”.
Otras razones que los jugadores más pequeños, a los que se suman los de energía eólica y solar, exponen como limitantes para proveer energía en Colombia, son el acceso a tasas de financiación más competitivas y a créditos que no los hagan depender de los grandes capitales ni fomenten sólo la llegada de empresas foráneas.
“Los mecanismos de financiación se ofrecen a tasas muy altas, que matan la sostenibilidad financiera de proyectos como los de energías renovables. En general, existe desconocimiento de los bancos sobre cómo manejar las líneas de financiación. Aunque el gobierno sacó la Ley 1676 de 2013, de garantías mobiliarias, aún no es conocida lo suficientemente, tanto por las entidades financieras como por los empresarios o compradores de proyectos de energías renovables, y no se ha hecho efectiva”, señala Jonas Klemas de Litco (empresa que suministra e instala equipos para la generación de energía eólica en Colombia).
De acuerdo con Klemas, los problemas de financiación para locales favorecen el panorama de la inversión extranjera, que no necesariamente significa beneficios para el país en empleo y competitividad.
“El gran problema es que en el futuro se pueda perder la autonomía de generación eléctrica. Es un riesgo real, debido a que las grandes empresas que son de afuera están empezando a tener un mayor porcentaje en la generación de energía”, asegura.
El gobierno no desconoce que debe seguir trabajando en propiciar mejores condiciones para que entren más proyectos de generación que se puedan interconectar al sistema nacional, pero insiste en los avances que se han logrado en los últimos años, tales como el impulso a fuentes no convencionales.
“El Ministerio de Minas y Energía ha venido trabajando con otras instituciones para disminuir las barreras de entrada de los generadores desde los incentivos tributarios, aspectos de mercado y/o trámites ambientales para facilitar la conexión de estas plantas al Sistema Interconectado Nacional”, explicaron los técnicos del Ministerio, respecto a las inquietudes de los inversionistas locales.
Dichos esfuerzos están orientados a garantizar el suministro, desde la diversificación de la matriz energética, que es esencialmente hidráulica, con el 68 % del total, y la confiabilidad del suministro, estimulando nuevos proyectos por mecanismos como la subasta de contratos de largo plazo a partir de fuentes no convencionales de energía, de la que se espera una inversión superior a los 7,5 billones de pesos.
La entidad destaca que “en el Sistema de Información Eléctrico Colombiano (Siel) se encuentran inscritos a la fecha 502 proyectos de generación clasificados por tipo, que pueden llegar a los 35.220 MW”.
Técnicos expertos en el sector, como Alfredo Trespalacios, consultor de proyectos energéticos, también reconocen que la vía para seguir facilitando que los planes puedan entrar es la trazada por el Ministerio (ver Antecedentes).
“La subasta de energía de renovables significó un éxito rotundo en términos de entrada de proyectos y reducción de precio para la demanda, y adicionalmente entraron nuevos competidores. Si buscáramos un mecanismo similar para más fuentes no convencionales de energía, para pequeñas centrales hidroeléctricas y otras tecnologías, donde no importe si usted es nuevo o es viejo, así tal vez permitimos la entrada de más agentes”, puntualizó.
La insistencia es que en el desarrollo del mercado energético colombiano se sigan aprovechando los potenciales del país, tanto en capacidad de ingeniería como en recursos naturales, para poder responder a las necesidades de consumo de energía de los colombianos en la próxima década; y, también, beneficiar a los usuarios de hogares e industriales con mejores tarifas .