En medio de las angustias fiscales para cubrir su deuda pública, una inflación sin limites, un desabastecimiento desbordado y un malestar social creciente, ahora el gobierno de Nicolás Maduro, en medio de una profunda crisis económica, le vuelve a meter mano al complejo y precario sistema cambiario venezolano que está intervenido desde 2003.
Y todo para retomar el mecanismo de compra y venta libre de dólares que el fallecido líder bolivariano Hugo Chávez prohibió desde 2010, y que operaba como un mercado paralelo que operaban comisionistas y bancos.
De esa forma se agrega una tercera vía al régimen de divisas que estará vigente desde hoy, será “totalmente libre”, como anunció ayer el vicepresidente Económico Marcos Torres, y se llamará Sistema Marginal de Divisas (Simadi).
Esta modalidad funcionará mediante casas de cambio, bancos y comisionistas de bolsa y podrán participar personas y empresas que tengan dólares en los bancos del país.
La compra y venta de divisas se podrá efectuar en efectivo o mediante transferencias, para lo que se habilitarán 3.792 puntos de atención, explicó Torres. Será el mismo mercado el que fije la tasa de cambio, como ocurre en la mayoría de países del mundo, salvo que solo se puedan comprar hasta 300 dólares diarios.
El esquema complementará al controlado para importaciones prioritarias con un tipo de cambio fijo de 6,3 bolívares por dólar y un mecanismo de subasta, conocido como Sicad, para asignar dólares a las empresas con una tasa de 12 bolívares que variará “progresivamente”, según informó el Gobierno y registró Reuters.
Ahora, el gobierno de Maduro, como ya ha ocurrido al anunciar otras medidas económicas, no precisó las condiciones en que funcionarán las tres modalidades para conseguir dólares a tres precios diferentes.
Pero desde ya se prevé que el bolívar se deprecie aún más con el nuevo Simadi, en medio de una escasez de flujo de dólares por la caída de los precios internacionales del crudo, y se nivele con la tasa de cambio del mercado negro, que actualmente ronda los 186 dólares (la tasa oficial es de 6,30 bolívares) y que, precisamente, la nueva modalidad busca desmontar..
