Ni la amenaza del Gobierno para que baje o baje el precio del arroz ha frenado la especulación que hay con este alimento, por una supuesta escasez, al punto que tanto a comerciantes minoristas como a los consumidores se les está exigiendo que deben comprar otros productos para conseguir el cereal.
En su cuenta de Twitter el propio Superintendente de Industria y Comercio, Pablo Felipe Robledo, denunció que “algunas tiendas obligan a consumidores a comprar otros productos para venderles arroz”, y advirtió que ese tipo de ventas “atadas” son ilegales.
A través de esa red social, el funcionario también aseguró que “si alguna tienda es descubierta vendiendo arroz en venta atada a otro producto será drásticamente sancionada”.
Pero este diario constató que la venta amarrada a los consumidores igualmente la padecen los tenderos de barrio, pues durante la semana anterior representantes comerciales de algunas marcas de arroz ofrecieron este producto, pero con la condición de que el pequeño negociante también debía adquirir un lote de aceite.
Como si fuera poco la semana pasada cuando EL COLOMBIANO denunció que el precio del arroz en lo corrido de este año había aumentado un 50 por ciento, para la venta al por mayor en Medellín, y estaba a 39.000 pesos la arroba, este valor se ubicó el fin de semana en 40.600 pesos, es decir siguió aumentando según la lista de precios diaria de la Mayorista.
Así las cosas el ultimátum del pasado jueves por parte del ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri Valencia, para que los especuladores dejaran de hacer su agosto con el arroz, resultó intrascendente.
Sobre las causas de esta situación el ministro explicó que “tengo carta de Fedearroz e Induarroz (gremios de productores) que dice que hay suficiente producto. Esto es cuestión de unos cuantos comerciantes que solamente quieren valorizar su inventario para generar esos precios y es algo inaudito”.
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