Los mercados financieros son sitios de encuentro entre quienes necesitan capital para expansión y nuevos proyectos, y entre quienes buscan invertir sus recursos para obtener ganancias.
Los inversionistas pueden ser personas naturales o compañías y, según lo explica José Miguel Santamaría, analista y experto en mercados, hoy día es común que unas empresas inviertan en otras.
Desde su óptica, si una organización está pensando en colocar su capital allí, sus responsables ejecutivos deben entender una cantidad de ingredientes que conllevan a un mismo lugar: riesgo.
Cómo empezar
“Lo primero que se debe definir al hacer inversiones es el perfil de riesgo al que se quiere exponer la compañía. Y segundo, es necesario mirar el plazo de la inversión”, expuso el especialista.
En este punto, vale la pena explicar que los mercados de capitales ofrecen opciones llamadas renta variable y renta fija. Y pueden adquirirse a corto y a largo plazo.
La fija incluye productos como los bonos de empresas o estados y representan un préstamo que se toma del inversionista a una cantidad de tiempo puntual. En contraprestación se retornan unos intereses.
Como las condiciones están pactadas desde un inicio y no cambian (salvo casos muy puntuales), reciben su apelativo de renta fija.
De otro lado, en renta variable los productos más conocidos son las acciones, cuyo valor fluctúa diariamente de pendiendo del desempeño de las compañías cotizantes.
Con ello en mente, Santamaría explicó que el perfil de riesgo para la empresa inversora estará determinado por la cantidad de patrimonio que puede arriesgar en una inversión. Además, debe tener claro que, si invierte a largo plazo, no podrá vender esa inversión antes de los planeado.
Una vez se tenga claro el perfil de riesgo y la liquidez a colocar en productos, puede comenzar un portafolio diverso (fijo y variable).
Cómo cuidar la inversión
Andrés Moreno, asesor financiero certificado por el Autorregulador del Mercado de Valores (AMV), recomienda revisar el portafolio, por lo menos, dos veces al mes. Así mismo, aconseja tomar decisiones apoyándose en un asesor vigilado por la Superintendencia Financiera.
“No coma cuento de personas independientes porque, primero, la ley no lo permite. Y lo segundo, eso tiene muchos riesgos”, subrayó.
Errores comunes
1) No calcular la liquidez e invertir en largo plazo necesitando el capital con premura. 2) No diversificar el portafolio y quedarse siempre con renta fija a mediano plazo con bajas tasas de interés o, por el contrario, concentrarlo todo en productos con elevado riesgo. 3) Caer en pánico y vender acciones en un momento inadecuado. 4) no evaluar si las crisis son coyunturales o estructurales antes de vender.
