La Compañía de Electricidad de Tuluá (Cetsa), filial de la antioqueña Celsia, fue destacada por la Superintendencia de Servicios Públicos como la empresa que menos tiempo interrumpió el fluido eléctrico a sus usuarios en 2016: solo tres horas, cuando el promedio nacional fue de 38 horas, y la peor evaluada fue Electricaribe, hoy en liquidación, con 96 horas.
Así lo deja ver el primer informe del ente de vigilancia y control presentado ayer, basado en reportes técnicos de 19 de 29 distribuidores que atienden el 97 % de la demanda del sistema interconectado nacional (SIN). El reporte se basa en los indicadores Saidi, horas en las que se interrumpe el servicio al año, y Saifi, número de interrupciones al año (ver gráficos).
El superintendente José Miguel Mendoza llamó la atención por la preocupante desigualdad energética entre regiones, con unas que están a nivel de estándares de la Unión Europea, mientras otras de la Costa Caribe y Suroccidente presentan registros equivalentes a África.
También una filial de Empresas Públicas de Medellín (EPM), la Empresa de Energía del Quindío (Edeq), sobresale en segundo lugar con interrupciones que sumaron nueve horas anuales, seguida de Codensa (filial de la italiana Enel), que atiende a la capital del país (11 horas).
Empresas Públicas de Medellín (EPM) es cuarta con 14 horas el año anterior y atiende a Antioquia. A otras de sus filiales les fue así: Central Hidroeléctrica de Caldas (Chec) se ubicó décima (32 horas), la Electrificadora de Santander (Essa) fue undécima (32 horas) y Centrales Eléctricas del Norte de Santander (Cens) ocupó el puesto doce (40 horas)