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El famoso Capítulo 11 del Código de Bancarrota de Estados Unidos vuelve a sonar en la industria aérea, y esta vez por cuenta del jugador más importante de la región, Latam, que presentó la solicitud para acogerse a esta ley.
Esto, en tanto que el fuerte golpe de la pandemia sobre las operaciones de la firma con origen chileno, la ha llevado, por ejemplo, a despedir más de 1.800 personas entre Colombia, Ecuador, Perú y Chile, y a disminuir su operación en un 95 %.
¿Pero qué es el Capítulo 11 exactamente? “Bancarrota de reorganización”, según describe el el Centro Legal Hispano, le permite a la firma elaborar un plan detallado sobre cómo se va a poner al día con sus obligaciones financieras y cómo negociará con acreedores, al tiempo que las deudas pendientes no se le cobrarán en este lapso de planeación, según (ver Paréntesis).
A este proceso ya se había acogido Avianca, que ha sido admitida de forma provisional y el próximo 11 de junio sellaría su entrada ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York, la misma en la que Latam realiza su procedimiento.
Hablando de Colombia, Latam aparece como segundo jugador de la industria aérea con el 19,3 % del total de pasajeros nacionales movilizados (pues sumó 3,3 millones), y el 14,3 % de los internacionales con 1,2 millones, solo por detrás de Avianca, según el registro de la Aeronáutica Civil a corte de septiembre del año pasado.
Sobre esto, Claudia Velásquez, consultora en temas aeronáuticos y turismo, aseguró: “la ley de quiebras le permite a las compañías volverse más eficientes”.
Con los pronósticos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (Iata), referenció: “las aerolíneas tendrán que reducir su capacidad, y sería entre un 10 % o 30 % menor, es decir que van a operar con menos aeronaves y esto implica una reestructuración del personal para acomodarse al nuevo mercado aéreo”, esto una vez se retome la actividad.
Entre tanto, Alejandro Valerio, Senior Research Analyst, Latin America de la consultora DuckerFrontier, señala que si bien hay un daño reputacional de por medio con esta declaración de bancarrota, para fines prácticos el Capítulo 11 le permitiría a Latam continuar operando mientras negocia un plan de pago con sus acreedores y también revertir los números rojos.
Esto lo corrobora Santiago Álvarez, director ejecutivo de Latam Airlines Colombia, quien le dijo a EL COLOMBIANO que la firma seguirá volando, y además honrará todos los pasajes actuales y futuros, así como los vouchers de viaje, millas y beneficios de viajero frecuente y políticas de flexibilidad.
De otro lado, Álvarez dijo que los principales acreedores son los financieros y arrendadores de aviones, además de los proveedores de combustible, concesiones aeroportuarias, servicios de tránsito aéreo, ground handling y cocinas, y aunque no dio cifras del golpe de la pandemia sobre las arcas de Latam, la agencia Bloomberg informó que en su solicitud de bancarrota la aerolínea reportó activos de más de 21.000 millones de dólares y pasivos totales de casi 18.000 millones de dólares.
Además, al ser consultado sobre si existe alguna petición de la empresa al Gobierno de Colombia, el directivo mencionó que dada la intensificación de la crisis y la incertidumbre que existe sobre el reinicio de las operaciones aéreas, “requerimos medidas de apoyo que nos permitan tener liquidez, concretamente créditos blandos que incluyan periodos de gracia y plazos de pago acordes a los tiempos de reactivación del sector”.
Por ahora, la aerolínea mueve sus fichas y para este proceso de reestructuración ya aseguró una inyección de 900 millones de dólares del Grupo Cueto y Qatar Airways, que se suman a 1.300 millones de dólares disponibles en caja (ver Gráfico).
Mañana, Latam tendrá su primera audiencia en la Corte en la que espera que el juez autorice el pago a empleados, proveedores críticos, clientes y demás partes interesadas para garantizar su operación.
En mis bolsillos hay una grabadora y unos audífonos; en mi mente, amor por el periodismo.