La compañía productora de petróleo y gas Occidental Petroleum completó la compra de su rival Anadarko por 55.000 millones de dólares, anunció este jueves, después de que sus accionistas aprobaran por unanimidad la operación.
“Ahora que la oferta de categoría mundial de Anadarko es oficialmente parte de Occidental, empezamos nuestro trabajo para integrar las dos compañías y liberar el significativo valor de esta combinación para los accionistas”, dijo en un comunicado su directora ejecutiva, Vicki Hollub.
Hollub explicó que Occidental, que asume la deuda de Anadarko en esta transacción, espera obtener 3.500 millones de dólares anuales fruto de las sinergias en costes y en gastos de capital (ver ¿Qué sigue?).
Ayer en la mañana, la firma con sede en Houston (Texas) celebró una reunión especial de accionistas en la que se aprobó la operación con más de un 99 % de votos a favor del acuerdo de compra.
Los accionistas de Anadarko recibirán 59 dólares en efectivo y 0,2934 acciones de Occidental por cada título que tenían en la compañía, que dejará de cotizar en la Bolsa de Nueva York tras el cierre de la sesión de hoy.
La compra de Anadarko ha sido seguida de cerca por Wall Street debido a la magnitud de las dos compañías y a los intereses que tenían en ella dos conocidos inversores, Warren Buffett y Carl Icahn.
Antecedentes del acuerdo
En un principio, la petrolera Chevron planteó un acuerdo de fusión con Anadarko por 33.000 millones, 50.000 incluyendo la deuda, pero esa cifra fue superada por Occidental que ofreció 38.000 millones, 57.000 millones incluyendo la deuda, y finalmente ganó la pugna.
Buffett, a través de su conglomerado Berkshire Hathaway, aportó 10.000 millones de la oferta de Occidental por Anadarko, una atractiva petrolera cuyos activos incluyen un enorme campo al oeste de Texas que se considera una de las mayores zonas de crudo en el mundo.
El movimiento de Buffett fue criticado por Icahn, que tiene un 5 % de Occidental y este jueves aseguró que a sus 83 años este es “uno de los peores acuerdos” que ha visto, arremetiendo a su vez contra la gestión de Hollub y alertando sobre el riesgo que una caída de los precios del petróleo puede suponer en el futuro.
Vale la pena recordar que este se convirtió en uno de los movimientos empresariales más importantes del año, y llega en momentos en los que el mundo pareciera estar inmerso en otra crisis petrolera.
Crisis que se ha visto agudizada por el cierre comercial entre Estados Unidos y China, y ante la cual la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) ha motivado la reducción de la producción de crudo con la idea de estimular el precio del material, estrategia que tampoco ha dado resultados positivos .