El presidente ejecutivo de Samsung, Kwon Oh-Hyun, dejará el cargo, anunció este viernes la compañía.
Samsung intenta dejar atrás el escándalo de sobornos que sacudió a Corea del Sur y terminó con el heredero del imperio familiar en la cárcel.
Kwon Oh-Hyun, responsable del espectacular desempeño de la empresa en el negocio de los semiconductores, dijo que la empresa enfrenta una “crisis sin precedentes”.
“En un momento en que nos enfrentamos a una crisis sin precedentes, creo que ha llegado el momento de que la compañía inicie un nuevo comienzo, con un nuevo espíritu y un liderazgo joven para responder mejor a los desafíos intrínsecos a la cambiante industria tecnológica”, dijo Kwon en un comunicado.
La compañía anunció este viernes que espera obtener beneficios operativos récord en el tercer trimestre aprovechando las crecientes ventas de semiconductores.
La empresa estimó que los beneficios operativos en el trimestre entre julio y septiembre alcanzarán los 14,5 billones de wons (12.800 millones de dólares, 10.819 millones de euros), un máximo histórico que casi triplica la cifra del mismo periodo de hace un año.
La empresa estimó que las ventas subieron 29,65 % en comparación al mismo periodo del año pasado a 62 billones de wons.
Con este anuncio la empresa está buscando dejar atrás el escándalo de sobornos que terminó con la destitución de la presidenta Park Geun-Hye y que llevó al heredero de la empresa Lee Jae-Yong a ser condenado a cinco años de cárcel.
Sus resultados el año pasado estuvieron lastrados además por el fiasco de las baterías de la tableta Galaxy Note 7 que explotaban debido a una falla de diseño y que fueron retiradas del mercado.