Uno de los grandes retos que tienen los fondos de capital privado en Colombia es mostrar su rentabilidad, pues se está cumpliendo una década de actividades de este instrumento de financiación en el país. Próximamente empezarán a cerrarse algunos de esos negocios que permitieron ejecutar proyectos y fortalecer empresas.
María Isabella Muñoz Méndez, directora de la Asociación Colombiana de Fondos de Capital Privado (ColCapital), destaca que esta es una industria que tiene 9.500 millones de dólares en compromisos de capital, es decir, recursos que los inversionistas se comprometieron a entregar y que no necesariamente se han desembolsado.
La dirigente estima que el 40 % de esos dineros ya se han invertido en el apalancamiento de más de 500 empresas y proyectos (ver gráfico).
“Es un momento importante, porque llevamos diez años operando como industria, y ya hay fondos que cerraron y buscarán la salida de sus inversiones, así que será tiempo de desinversiones y los fondos deberán mostrar rentabilidades diferenciales de cara a los inversionistas”.
Sobre quiénes están hoy detrás de los fondos de capital privado, el mayor interés está entre inversionistas, gestores profesionales y sociedades administradoras, principalmente fiduciarias, firmas comisionistas y sociedades administradoras de inversión (ver Claves y Cómo funciona).
El mayor reto
Muñoz reconoce que uno de los grades desafíos será la tasa de cambio del dólar, pues esos fondos tienen inversiones en dólares que ingresaron a 1.800 pesos y, ahora, las deben retornar con una tasa de cambio superior.
Otra factor inquietante es que la coyuntura económica no generará un escenario idóneo para que esos inversionistas salgan a vender sus activos a rentabilidades o múltiplos que pudieron haber obtenido dos años atrás.
Entonces, ¿el inversionista que llegó a Colombia hace 10 años, ganará o perderá plata? La dirigente gremial responde: “al final del día, lo que busca un fondo de capital privado de cara a inversionistas es diversificar riesgo y por eso no se invierte en un activo, sino en un portafolio que, en promedio, puede ser de ocho activos y al hacer sumas, la rentabilidad es positiva”.
El gremio también admite que el descalabro de la liquidada Interbolsa tuvo su impacto de manera indirecta.
“Se trató de una crisis del sector financiero y no de una industria como la nuestra. Lo que derivó esa situación es que los inversionistas han impuesto estándares más altos en temas de selección de activos en los que quieren invertir y de entidades con las quieren trabajar de cerca”, manifestó.