Por malversación de bienes y utilización de la sociedad Factor Group con fines defraudatorios, la Superintendencia de Sociedades (Supersociedades) inhabilitó por diez años a David Wigoda Rinzler, para ejercer actividades comerciales.
Según el organismo de vigilancia, el exrepresentante legal de la firma Factor Group, hoy en liquidación, incurrió en reiterados incumplimientos de los deberes como administrador.
La Supersociedades señaló que en el caso de Wigoda fue evidente la inobservancia de su obligación de obrar de buena fe, con lealtad y con la diligencia de un buen hombre de negocios, hechos con los que transgredió el correcto desempeño de sus compromisos que le eran claramente exigibles.
Sobre la malversación de bienes, el Auto 400-007010 de 2015 indicó que “cobra relevancia ante la precariedad económica que afrontaba la compañía, actos que perjudicaron la posibilidad de pago de los acreedores y confluyó a la insuficiencia de bienes con que cubrir el total de los créditos adeudados”.
La investigación también determinó que Wigoda no cumplió con la obligación de hacer entrega de la contabilidad, libros y documentos contables y presentar su respectiva rendición de cuentas de gestión.
“Resultó censurable que Factor Group haya sido utilizada con fines defraudatorios, hechos que se evidencian en el uso de la empresa para lograr el recaudo de dineros a través de actividades que claramente escapaban a la esfera del objeto social de la firma”, añadió la Supersociedades.
Pero, ¿qué representa esta sanción? Documentos oficiales advierten que quien esté inhabilitado para ejercer el comercio no podrá, gerenciar una empresa, ser parte de una junta directiva, tomar créditos mercantiles, constituir una sociedad, operar una cantera, contratar obras públicas con el Estado, realizar cotidianamente y de manera profesional compraventas de bienes, arrendamientos comerciales y construcciones.