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La última milla frena dinámica a la logística
El Gobierno presentará próximamente el Plan Maestro de Transporte Intermodal Fase II: “Eficiencia Logística Integral”.
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09 de octubre de 2016
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En Brasil la última milla representa en promedio el 28 % de los costos de transporte de carga por carretera, es decir que buena parte del valor de sacar o ingresar un producto de una ciudad, en un camión, se concentra en un tramo de 1,6 kilómetros de longitud.
En Colombia ese indicador no se conoce y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) está interesado en precisarlo, para saber de qué tamaño es el fenómeno e intentar una opción tendiente a reducir la congestión.
Así lo reveló Ana María Pinto Ayala, especialista Senior en Transporte del BID, quien fue una de las conferencistas del congreso anual de las empresas de transporte de carga (Colfecar), que se clausuró el viernes en Cartagena.
“Las ciudades son parte fundamental del desempeño logístico de un país, el cual es esencial para su productividad. Si bien han existido avances, principalmente en el ámbito interurbano, persisten desafíos al interior de las ciudades”, comentó la experta.
Los primeros trabajos para conocer los efectos negativos de los “embudos” que se generan a la entrada y salida de las ciudades en el país, se están adelantando en Barranquilla y pronto se iniciarán en Bogotá.
Y es que además del mayor tiempo en el traslado de mercancías en la última milla, el impacto negativo en la logística también está dado en términos de más emisiones dióxido de carbono (CO2), más consumo de combustible e incluso en seguridad de la carga.
En resumen, Pinto sostiene que por más inversiones en vías de cuarta generación (4G) que se hagan sin intervenir la última milla, los avances en competitividad no se verán.
“El desarrollo de infraestructura y la articulación de acciones requiere la coordinación entre los diferentes niveles del sector público y del sector privado”, enfatizó.
Plan con soluciones
Como fórmula para resolver las complicaciones de la última milla, el Gobierno se comprometió a desarrollar el “Plan Maestro de Transporte Intermodal II”.
Según el ministro de Transporte, Jorge Eduardo Rojas Giraldo, uno de los retos más importantes es reducir los “cuellos de botella” en los accesos a las ciudades donde los camiones deben surtir procesos lentos para el tránsito, el cargue y/o el descargue.
“Los camiones no son bodegas, y todo el tiempo que se ganen en las autopistas 4G no pueden perderlo cuando lleguen a los centros urbanos y la construcción del Plan que está iniciando requiere de la participación activa de los transportadores”, dijo el funcionario.
Para avanzar en la construcción de estas soluciones, el ministro invitó a los empresarios del transporte a participar en la segunda fase del Plan, que está a cargo del viceministro de Infraestructura, Dimitri Zaninovich, quien esta semana empezará a recibir las propuestas.
“La infraestructura logística requiere de inversión, una alternativa serían las Asociaciones Público Privadas (APP) de inversión privada o mixta que permitan construir centros logísticos eficientes del proceso de tránsito, carga y descarga en los perímetros urbanos”, agregó Rojas.
A su turno, el vicepresidente Germán Vargas Lleras indicó que en noviembre próximo será presentado oficialmente ese plan maestro, denominado “Eficiencia Logística Integral”, cuyo objetivo será construir un plan de acción en infraestructura, normatividad y uso de tecnología para lograr la eficiencia logística multimodal que requiere el país.
Avances en otros campos
Carolina Soto Losada, Alta Consejera Presidencial para el Sector Privado y la Competitividad, recordó que la logística se define como: “la manipulación de bienes y servicios que requieren o producen las empresas o los consumidores finales, mediante las funciones de transporte, almacenaje y aprovisionamiento y/o distribución de mercancías”.
Ella reconoció que desde 2012, Colombia presenta deficiencias en infraestructura, seguimiento, rastreo y puntualidad de la carga, así como en calidad de los servicios logísticos que se ofrecen.
No obstante, resaltó la gestión y apoyo a múltiples acciones y proyectos de corto plazo, así como a políticas y programas de largo plazo para mejorar la logística, que se han implementado este año.
De ese inventario, por ejemplo, hace parte la reciente inauguración de los primeros escáneres no intrusivos en la Sociedad Portuaria de Santa Marta, por donde se exporta el 33 % de carga del país e ingresa un 15 %.
Con esta herramienta, los tiempos de inspección de las autoridades pasarán de 24 horas, lo que tarda la inspección física, a 15 minutos, haciendo la inspección no intrusiva.
“Actualmente, ya se cuenta con escáneres instalados en Buenaventura. Próximamente, también estarán dispuestos en los puertos de Barranquilla y Cartagena”, manifestó Soto.
También se refirió al estatuto aduanero, que facilita la movilización de carga que ingresa o sale del país, y la futura implementación de la declaración anticipada, que sin esperar a que esté la mercancía en el sitio, simplificará y agilizará el trámite para autorizar dichas operaciones.
Adicionalmente, se fortalecerán los centros de distribución logística internacional en los puertos del país, lo que permitirá ampliar las operaciones que se pueden realizar con ellos. Y, por último, se descongestionarán los puertos a través de la figura de zonas de control comunes a varios puertos, donde estarán las autoridades aduaneras.
Valoración de los privados
Desde el Consejo Privado de Competitividad, su vicepresidente, Rafael Puyana, afirmó que Colombia ha mostrado que es capaz de avanzar, pero continúa teniendo grandes retos en algunos frentes clave para la productividad.
Una de las inquietudes del sector privado, radica en que con respecto a países de referencia (Chile, Perú, México), Colombia ocupa el último lugar y está muy por debajo del promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) y de América Latina.
Finalmente, en adición a las dificultades que ofrece la última milla, Puyana señaló que existen otros cuellos de botella diferentes a la infraestructura, cuyo abordaje incrementaría la competitividad logística del país en el corto plazo, entre ellas la ausencia de transporte multimodal y la carencia de plataformas logísticas (ver gráficos).
*Por invitación de Colfecar
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