viernes
3 y 2
3 y 2
El presidente Gustavo Petro tuvo su primer gran encuentro con la industria TIC, en el marco del congreso internacional Andicom, que se realiza en Cartagena.
El jefe de Estado compartió su visión sobre los retos de conectividad que tiene Colombia y como se ha hecho costumbre en sus discursos habló de la inequidad en la repartición de la tierra.
Ejemplificó que Colombia tiene 22 millones de hectáreas fértiles, pero tan solo dos millones están en manos de los campesinos; partiendo de ahí dijo que esa desigualdad se asemeja a la banda ancha.
“Estas tecnologías pueden profundizar la desigualdad, porque la banda ancha viene a ser una tierra virtual. Para el caso colombiano hay indicadores que muestran que es más desigual el acceso a la banda ancha, es decir a la tierra virtual, que a la tierra real”, aseguró.
Según el mandatario, la conectividad no se mide por el número de celulares que hay en Colombia, pues de nada sirven si no hay fibra óptica en el territorio nacional.
Mencionó que basta con estar a 20 kilómetros de las grandes ciudades para evidenciar esos problemas de conectividad y que una de las metas de su Gobierno es solventar esa situación.
Allí vino una propuesta llamativa. Petro dijo que le gustaría “suspender el servicio militar obligatorio” y pasar a una gran campaña de alfabetización digital para toda la sociedad colombiana.
“Ojo, no estoy diciendo que ya, y reemplazarlo, para eso hay que tener un ejército profesional, eso vale plata”, aclaró el Jefe de Estado.
En ese sentido, el mandatario planteó que Colombia necesita unos 200.000 kilómetros de fibra óptica (hoy solo se cuenta con 20.000 según él) para solventar la brecha digital en gran parte, pero no completamente, y por eso propuso la “alfabetización digital” pues las personas necesitarían no solo la conexión, sino capacitarse para sacarle el mayor provecho.
Petro insistió en que para este y otros objetivos como la reforma agraria se necesita plata y por eso defendió la reforma tributaria que se está tramitando en el Congreso de la República.
En mis bolsillos hay una grabadora y unos audífonos; en mi mente, amor por el periodismo.