Pico y Placa Medellín
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Este personaje de sonrisa fácil, manos amplias y cabello desordenado no tiene el Factor X, ni La Voz Colombia, pero hace canciones que la gente canta. Empezó en la música peleando con su papá, el niño pedía una guitarra eléctrica, quería aprender a tocar, subirle el volumen al amplificador y simular ser una de las estrellas de rock que vio por la TV. Su padre, un apasionado por la música colombiana, se negó rotundamente a darle ese camino lleno de distorsiones y ruido. “Hijo, eso no es tocar guitarra”. Pero al poco tiempo, Sebastián tenía en sus manos una Yamaha roja, su primera guitarra eléctrica, mientras 1991 corría presuroso.
Luego aparecieron canciones como Civil War, The Unforgiven, Patience, mientras sus amigos de barrio, curiosos, veían...
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