Pico y Placa Medellín
viernes
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Esta puesta en escena se nos presenta como una alegoría metateatral, esto es, el llamado teatro dentro del teatro, pero es Teatro con mayúsculas. Por los pergaminos de la Maestra -ídem con mayúscula-, Aída Fernández, y de Gabriel Uribe (ambos actores del viejo TEC (Teatro Experimental de Cali) de los años sesenta y setenta, bajo la férula del Magistral Enrique Buenaventura, secundados por Gonzalo Basto y Camilo Villamarín.
Diego Fernando Montoya imprime de tal modo en su dramaturgia y en su ajustada dirección, carácter a los personajes (Madre, Padre, Hijo y Hombre oscuro) que gracias a unas actuaciones frescas y contenidas, dominan los diversos puntos de cambio de la acción dramática, saben poner freno al límite de la katharsis.
De entre el entramado...
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