Las estadísticas y las cifras no mienten: el 28 por ciento de la población del país está expuesta a inundaciones. Hay 385 localidades en peligro similar a Mocoa y el 97 por ciento de las poblaciones no contempla los riesgos de desastre.
Sorprende que en una nación con tantas deficiencias de planeación urbana e incluso rural, expuesta a fenómenos naturales y climas extremos (como ocurre hoy), se constate que a los alcaldes “les interesa poco” este asunto.
Mocoa es duro retrato de lo que puede pasar si, en adelante, la prevención no es prioridad de los municipios.