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Llega la Navidad y con ella la oportunidad que cientos de vendedores esperan durante todo el año en Medellín. Son 31 días en los que pareciera que los andenes del centro de la ciudad se volvieran más pequeños, pues la cantidad de puestos ambulantes y de mercancía que se ve en la calle desdibujan los límites permitidos para el comercio en el corazón de la ciudad.
Desde las ocho de la mañana, al salir de la estación San Antonio, no solo se escuchan los habituales sonidos del tráfico sino que la música parrandera de los almacenes cercanos ambienta la zona. En algunos de ellos hay animadores que, con micrófono en mano, invitan a pasar para “ver las mejores gangas ”.
Al recorrer las vías Maturín, Carabobo, Bolívar y Colombia se ven árboles navideños de todos los tamaños, papás noel, niños Jesús, extensiones de luces, guirnaldas, campanas, figuras para pesebres, maracas y toda suerte de cachivaches decembrinos; pero eso no es todo, en las calles también se encuentran aguinaldos de bajo costo.
Blusas al estilo de la India, desde 10 mil pesos; botones para adornar los zapatos Crocs, desde tres mil pesos; réplicas de celulares de gama alta, desde 100 mil pesos; y los que por estos días se roban la atención: los monopod (palos para tomar selfies) que aunque no son nuevos en el mundo, están de moda en la ciudad y se consiguen entre 20 y 30 mil pesos.
Un miércoles en la mañana, en medio de cientos de compradores y vendedores, la Twittercrónica buscó los artículos más curiosos en esta zona. Estos son los más llamativos:.