El tan esperado modelo ciento por ciento eléctrico de Audi ya está en el país, en dos niveles de equipamiento, Prestige y Advanced, y dos carrocerías, una SUV y otra con aspecto de coupé. Llega para conquistar un público dispuesto a pagar una cifra que supera los 325 millones de pesos. EL COLOMBIANO la probó en su estreno.
¿Cómo es?
El e-tron es un SUV cuya potencia, de 300 kW en la versión 55, equivale a 408 caballos de fuerza y 664 Nm de torque. Está impulsado por dos motores eléctricos y tiene tracción total Quattro. La energía la suministra una batería de iones de litio de 95 kWh y según el ciclo WLTP, la autonomía se tasa en 441 km.
Mide 4,9 metros de largo, 1,93 de ancho, tiene 2,93 m de distancia entre ejes y pesa 2,5 toneladas. El baúl puede albergar 600 litros de carga, ampliables a 1.725. Adelante, bajo el capó, tiene un pequeño lugar para llevar hasta 60 litros.
Por su potencia, y pese al número de kilos que debe mover, el conjunto motriz es capaz de lanzarlo a 100 km/h en 5,7 segundos, con una velocidad máxima de 200 km/h limitada de manera electrónica. En circulación normal la potencia la maneja el motor trasero; solo cuando se acelera de forma contundente o se necesita la tracción total entra en acción el motor delantero.
Los asientos se regulan de manera eléctrica. El tablero digital, de 12,3 pulgadas cuenta con dos pantallas centrales táctiles de interfaz háptica, con alguna dificultad para que obedezcan al toque de los dedos, aunque también se pueden habilitar con la voz. La calidad interior y el nivel de detalle es acorde al estatus de la marca. La versión probada, Sportback Prestige, trae el sistema de audio Bang & Olufsen, específicamente diseñado para este carro. El mando de la caja de cambios es algo confuso, poco intuitivo y se corre el riesgo de oprimir el botón de parking (P). La acomodación es para cuatro personas, una quinta irá algo incómoda, sin embargo, el piso plano mejora la comodidad. En la carrocería Sportback la caída del techo penaliza un poco la altura libre, pero una persona de estatura promedio se ubicará perfectamente.
¿Cómo se comporta?
La suspensión neumática, con altura ajustable según el modo de manejo lo aíslan casi por completo de las imperfecciones del camino y en las curvas, por muy pronunciadas que sean, la carrocería apenas si se acuesta sobre los rines, lo que maximiza la sensación de seguridad con la opción Dynamic activada.
Como en un buen carro eléctrico, la aceleración es inmediata y contundente. Los sobrepasos no representan problema y el carro se comporta igual en cualquier condición del terreno. La persiana con entradas ajustables regula el paso del aire y crea un mejor coeficiente de resistencia.
El modo offroad eleva la carrocería cuatro centímetros. Si queremos hacer un 4x4 más radical debemos optar por unas ruedas con mejor labrado. La estabilidad se destaca gracias a la ubicación de la batería entre los dos ejes.
Los frenos tienen un tacto duro, como pasa en la mayoría de autos eléctricos. Lo mejor es tratar de manejar solamente el acelerador y, con un buen cálculo, dejar que frene prácticamente solo, para ahorrar el gasto de los discos. El ruido de marcha es mínimo, siendo uno de los carros más insonoros que hemos conducido.
Conclusión
Sus niveles de conducción no dejan indiferente a nadie. Es una opción muy interesante entre las SUV eléctricas que comienzan a llegar masivamente al país por sus calidades ruteras; su comodidad de marcha; sus capacidades en la mayoría de terrenos y su ahorro enorme en combustible y aporte al medioambiente