viernes
7 y 9
7 y 9
La feria de vinos más grande del país estará hasta el sábado en Bogotá. Además de asistentes, sumilleres, enólogos y otros expertos, los protagonistas son, por supuesto, los vinos.
La botella de vino más cara de Expovinos 2016 es italiana, casa Antinori, de $ 1’600.000. Destacan también las del Opus One, un tinto trivarietal californiano de $ 1’200.000 y la champaña Dom Pérignon, con referencias de $ 800.000 y $ 1’000.000.
En contraste, una botella del tinto Laman vale $ 10.000, y en varias de estas aplica el descuento pague dos lleve tres que tienen numerosas referencias de la feria. Aunque no es un vino sino un aperitivo, en la feria también está el Cariñoso, uno de los tal vez más referenciados por su precio.
En el 2015 fueron 47.000 personas al evento y este año, con asistencias cercanas a los 6.000 visitantes cada uno de los primeros dos días, se espera una proyección similar. Sin embargo, la feria no apuesta a aumentar en cantidad de asistentes. Este año se enfocaron en expandir sus espacios, para alcanzar los 20.000 metros cuadrados de área.
Tampoco es que haga falta crecer en asistentes para, por ejemplo, tener ventas considerables. Luis Fernando Emanuel, administrador de bebidas del Grupo Éxito y uno de los organizadores del evento, cuenta que hay un tipo de cliente particular que, aunque no es frecuente, tal vez sea exclusivo a la feria. Es el conocedor con dinero que aprovecha para comprar los vinos que no ha probado o que le hacen falta. “El año pasado vino una persona y en una hora o dos compró siete millones de pesos en botellas”, dice, “con rangos entre $ 300.000 y $ 1’000.000 de pesos”.
Es el tipo de cliente al que el sumiller reconoce de otros lugares mientras lo asesora y que pregunta puntualmente por referencias específicas. No es lo más común, por supuesto, pero pasa. Además de acercarse a las referencias que se premian durante la feria, o los vinos que están en lanzamiento, “en la Feria los encuentra más baratos”, añade Emanuel.