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Está en Cannes promocionando una película en donde muestra lo difícil de envejecer. A sus 77 años, Jane Fonda muestra con orgullo sus arrugas y lleva una figura impecable, lejos del afán de muchas divas de Hollywood de ocultar el paso de los años. A Jane se le marcan las líneas de expresión y a pesar de ello se ve hermosa.
Aunque la actriz no ha ocultado un par de cirugías plásticas y tratamientos estéticos también atribuye a la genética el llegar bien a dicha edad y al hecho de que siempre se ha esforzado con ejercicio, buena alimentación y un componente especial, hace un año, también en Cannes dijo: “No se trata solamente de los genes, el dinero y lo que comés. El sexo es también muy importante”.
Fonda es reconocida porque en los 80 fue pionera de los videos de aeróbicos en casa en donde mostraba rutinas para que las mujeres practicaran ejercicio sin salir de casa. Su Jane Fonda’s Workout revolucionó la industria del Fitness.
En su conferencia en TED sobre la tercera edad, la actriz afirmó, “es una etapa de desarrollo de la vida con su propio significado y yo me pregunto y espero que todos lo hagan ¿Cómo vivir esa etapa exitosamente?, la edad no debe verse como sinónimo de patología, sino como sinónimo de potencialidad”.
Cuando la actriz se acercaba a los 50 años sus pensamientos al despertar eran siempre negativos, tuvo que luchar mucho contra ellos y llegó a pensar que sería “una anciana amargada”, ahora se da cuenta de que nunca ha sido más feliz, que tiene una sensación de bienestar que la ha hecho asimilar que está “dentro” de la vejez y no verla desde afuera.
En la cinta Youth, que promociona en la riviera francesa, a Jane Fonda se le cae la peluca y las lágrimas le estropean el maquillaje. Fonda, quien prácticamente inventó el concepto de superheroína en la gran pantalla en la película ítalo-francesa de ciencia ficción de 1968 Barbarella, dijo que había disfrutado de este nuevo papel.
“Hay algo muy vulnerable en interpretar a mujeres mayores que se ponen la máscara de maquillaje y todo, y cuando se la quitan pasan a ser muy vulnerables y es divertido de interpretar”, dijo Fonda.
Al hablar de sus últimos años de vida entrega un consejo a quienes se acercan a lo que ella llama el tercer acto de la vida, “El propósito principal del tercer acto es retroceder y tratar, si es lo adecuado, de cambiar nuestras relaciones del pasado, de sanar tantos resentimientos que albergamos (...) yo veo el envejecimiento como sinónimo de renacimiento y es lo que me ha funcionado”.
Periodista, presentadora y locutora. Fui DJ de radio, reportera de televisión y ahora disfruto el ejercicio de escribir a diario. Melómana, cinéfila y seriéfila.