Un misterioso caso el que ocurrió en la tarde del pasado sábado en la vereda de Hato Viejo, del municipio de Bello, cuando los hijos y familiares de Joaquín Pareja Osorio a punta de pica y pala, encontraron su cadáver envuelto en plásticos y enterrado a unos 60 centímetros de la superficie en una finca de esta sector.
Pareja de 52 años de edad, había sido reportado por sus familiares como desaparecido hacía tres meses, y aunque la Fiscalía y la Policía nunca les dieron razón sobre su paradero, decidieron armarse de picas, palas y mucha voluntad para buscarlo en la finca donde vivía junto a una mujer identificada como Elizabeth Valencia Gómez de 50 años.
Varias horas estuvieron buscando en los diferentes sectores de la finca y cavando sin ningún resultado, hasta que hallaron el cadáver de Pareja enterrado a unos 60 centímetros de la superficie envuelto en una bolsa plástica.
Según comenta María Inés Idárraga de Londoño, excuñada de Pareja pues anteriormente vivía con su hermana, la familia decidió días atrás buscar el cadáver en esa finca porque tenían la sensación de que allí estaba enterrado.
“Sus hijos fueron hace un mes con la Policía a esa finca, porque nosotros teníamos la sensación de que allá estaba enterrado, pero no se pudo hacer nada. Hasta ayer sábado que 12 familiares subieron hasta esa vereda y con pica y pala lo encontraron”, indicó Idárraga.
Su hijo Diego Pareja, comentó a este diario que el operativo de búsqueda se inició a las 3:00 de la tarde del sábado y el cadáver de su padre fue hallado a las 5:00 de la tarde, cuando ya se habían dado por vencidos y se preparaban para regresar a su casa.
“Rastreamos toda el área y cuando ya nos íbamos, vimos que cerca de la entrada de la puerta principal habían varios cajones y tablas arrumadas y nos pareció bastante extraño. Decidimos comenzar a cavar ahí y encontramos el cadáver de mi padre”, indicó Diego.
Así mismo, el hijo de Pareja aseguró que luego de encontrar el cadáver llamaron al 123 de la Policía, pero estos le dijeron que volviera a echarle tierra que ellos iban el lunes a recogerlo.
“Al ubicar el cadáver llamamos al 123 pero ellos nos dicen: échele tierra y nosotros vamos el lunes. Entonces enviamos a los primos a que trajeran a la Policía y aunque estos llegaron a la finca, nos dijeron que no se podían quedar. Que mañana lunes a las 6:00 de la mañana venían con el antropólogo para que hagan la exhumación del cadáver”, afirmó Diego.
Es así como el cadáver de Pareja lleva más de 19 horas expuesto, pues el área de NN y Desaparecidos de la Fiscalía se encuentra en estos momentos en paro de la rama judicial, por lo que no se ha podido efectuar el levantamiento del cadáver.
“Es inaudito. Nosotros entendemos que la Fiscalía está haciendo unos reclamos. Pero nosotros pasamos la noche en vela al lado del cadáver de mi padre. Estamos todos trasnochados haciéndole guardia y ninguna autoridad es capaz de llevarlo a Medicina Legal”, afirmó Diego.
El cuadrante de Valadares de Bello fue el que recibió la denuncia y consultados por este medio indicaron que a las 12:00 del mediodía la Sijín de la Policía se encaminó a la finca para realizar el levantamiento del cadáver.
A las 12:30 del mediodía llegó el laboratorio de criminalística a la finca y todavía se realiza el levantamiento del cadáver.
La mujer de Pareja huyó de la finca
El hijo de Pareja asegura que la mujer que vivía con él, Elizabeth Valencia Gómez, huyó de la finca pues cuando llegaron estaba el televisor encendido y otros objetos que comprobaban que había estado minutos antes en el lugar.
“Cuando nosotros llamábamos a preguntar por mi papá, ella nos decía que estaba trabajando muy lejos en La Estrella. Que estaba bien, pasándola muy bueno, y que pronto se iba a comunicar con nosotros. Pero a nosotros nos entró la intriga. Fuimos a Medicina Legal, agotamos todos los recursos, en la Fiscalía lo reportamos como desaparecido, pero ninguna autoridad hizo nada, nos tocó venir con palas y desenterrarlo”, indicó Diego.
El hijo de Pareja asegura que aunque la Fiscalía y la Policía fueron advertidas ninguna comenzó con los operativos de búsqueda.
Joaquín Pareja, tenía tres hijos, dos hombres y una mujer, y aunque ahora se desempeñaba en las labores del campo trabajó muchos años en la empresa Noel.