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Aumento de pobreza y hambre por pandemia preocupa en Medellín

Una mirada al Plan de Desarrollo concluye que deben fortalecerse programas sociales.

  • Durante la peor etapa de la pandemia, las familias de menos recursos económicos recibieron ayudas de alimentación y auxilios económicos. FOTO Manuel Saldarriaga
    Durante la peor etapa de la pandemia, las familias de menos recursos económicos recibieron ayudas de alimentación y auxilios económicos. FOTO Manuel Saldarriaga
11 de diciembre de 2021
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Medellín sigue viviendo los efectos sociales de la pandemia por covid-19, entre los que resaltan el aumento de la pobreza extrema y moderada, la inseguridad alimentaria y el desempleo, problemas que requieren replantear políticas públicas, proyectos e inversiones, según lo establece el último informe de la Veeduría al Plan de Desarrollo de la actual administración municipal.

Aunque el análisis de las 10 organizaciones que conforman la Veeduría corresponde a resultados de 2020, cuando la emergencia sanitaria tuvo las peores consecuencias, una de sus conclusiones es que los problemas persisten, pues varios indicadores tuvieron un retroceso de casi una década.

Uno de los más preocupantes es que 52 de cada 100 hogares de Medellín presenta algún tipo de inseguridad alimentaria. Zaira Agudelo, de la Corporación Viva la Ciudadanía y secretaria técnica de la Veeduría al Plan de Desarrollo de Medellín, llamó la atención en este punto porque no solo hay familias que tienen la incertidumbre por la escasez de alimentos (inseguridad alimentaria leve), sino que también hay reducción de los mismos en los hogares para adultos (inseguridad moderada) y para niños y adolescentes (inseguridad severa).

Esto sin contar que, de acuerdo con el informe, el año pasado 10 de las 16 comunas, y el total de los cinco corregimientos, presentaron un índice mayor al 50% en cuanto a inseguridad alimentaria. En los corregimientos parece una paradoja, dijo Agudelo, pues son zonas rurales donde se puede cosechar, lo que implicaría mayores esfuerzos por la soberanía alimentaria.

Gran pérdida de ingresos

La pandemia también dejó a 13 de cada 100 personas en pobreza extrema y a 49 de cada 100 en moderada, en parte por la pérdida de empleo e ingresos. En este sentido, manifestó Agudelo, no es comprensible por qué la Alcaldía de Medellín dejó de ejecutar alrededor de $1 billón del presupuesto de 2020 (Ver Radiografía). Aunque aseguró que esta es una tendencia histórica de la ciudad, criticó que se haya hecho el año pasado entre una emergencia de tal magnitud.

“El año pasado, 61 de cada 100 hogares reportaron pérdida de ingresos. No ejecutar ese billón impacta indicadores claves y por eso desde varias organizaciones solicitamos la creación de la renta básica, que hoy tiene fallas, si bien, reconocemos el hecho de que la Alcaldía la esté implementando”, indicó la secretaria técnica de la Veeduría.

Isabel Sepúlveda (Corporación Región) y Alejandro López (Fundación Confiar), integrantes de la Veeduría, reflexionaron sobre la necesidad de tener una mirada más amplia e integral de la pobreza y el hambre, que ocasionó el fenómeno de las banderas y trapos rojos en ventanas y balcones el año pasado, porque aunque los subsidios económicos entregados ayudaron a que la crisis social no fuera mayor, son “medidas insuficientes”.

La llamada renta básica que entrega la Alcaldía también tiene críticas de la Veeduría, que considera que esta es más bien una transferencia monetaria de $100.000 mensuales que no se da con frecuencia rigurosa. Según Agudelo, una renta básica real debe estar por encima de la línea de pobreza, que está en unos $330.000 mensuales, y basarse en criterios como el número de integrantes de una familia.

Justamente, el próximo lunes, representantes de la Veeduría esperan reunirse con la Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos, que lidera las estrategias sociales para hacer frente a la pandemia, con el fin de que conozcan quejas de ciudadanos que dicen no estar recibiendo este auxilio económico a tiempo.

Agudelo señaló que una de las razones por las cuales la entrega no se hace con la frecuencia deseada tiene que ver con un problema de bancarización de la ciudadanía y con los sistemas de información, pues en muchas ocasiones los beneficiarios cambian de dirección o teléfono y pierden la continuidad del proceso. De hecho, en las entregas que ha hecho la Alcaldía de Medellín hay quienes no reclaman el dinero, principalmente por esta causa, lo que exige mayor pedagogía, según la Veeduría.

El desempleo persiste como un reto de ciudad, con énfasis en las mujeres y los jóvenes, una realidad histórica, pero acentuada por la pandemia: en 2020, Medellín perdió cerca de 166.000 empleos. Aunque en días pasados el secretario de Desarrollo Económico, Alejandro Arias, sostuvo que el nivel de desempleo al 31 de octubre de este año se ubicó en 12.1% la problemática se mantiene en dos dígitos y, según la Veeduría, requiere avances significativos en programas del Plan de Desarrollo enfocados en la recuperación del bienestar social, pues de acuerdo con expertos consultados para el informe de seguimiento, “solo a partir de 2023 se volverán a tener los indicadores que se tenían antes de pandemia” que, en su opinión, ya presentaban fallas

61
de cada 100 hogares de Medellín reportó pérdida de ingresos en 2020: Veeduría.

Algunas conclusiones del informe (2020)

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