Cuidar un espejo de agua de 6.240 hectáreas, como lo es el embalse de Guatapé, es una misión compleja. En toda su extensión, el cuerpo de agua abarca seis localidades antioqueñas, aunque el turismo se concentra más que nada en el municipio de Guatapé.
El lugar no es noticia a diario por siniestros; sin embargo, el manejo de la seguridad de la represa fue cuestionado en junio de 2017, luego del hundimiento de la embarcación El Almirante con 120 personas a bordo, que dejó nueve víctimas mortales.
Apenas el mes pasado, durante el viernes de Semana Santa, dos turistas se ahogaron luego de caer de un colchón inflable en el sector Caza Diana, una zona del embalse a cinco kilómetros del muelle del pueblo.
Los letreros de EPM instalados a lo largo de la costa indican que está prohibido ingresar al agua, pero no ha sido suficiente para algunos turistas que hacen caso omiso de las recomendaciones.
Por ello, la labor de las autoridades será reforzada de aprobarse un proyecto presentado en la Provincia del Agua, Bosques y El Turismo —integrada por 12 municipios del Oriente antioqueño— que busca, entre otras acciones, poner en funcionamiento un barco que sea Centro de Atención Inmediata (ver gráfico).
Control del embalse
En temporada alta, como la Semana Santa pasada cuando Guatapé recibió 45.000 visitantes, se refuerza el control con la participación de la Superintendencia de Puertos y Transporte y la Policía, según la alcaldía local, pero la mayor parte del año solo dos patrulleros custodian la represa.
“Están capacitados con curso de seguridad marítima y fluvial, y tienen una lancha para casos de emergencia, con elementos para llevar a cabo un rescate. Además, están pendientes en los muelles para evitar sobrecupos en las 12 empresas que prestan servicios turísticos”, explicó el intendente Luis Muñoz, encargado del tema fluvial en la institución.
En lo corrido del año se han impartido 17 comparendos por infracciones de seguridad en el embalse. El intendente reveló que a los turistas indisciplinados les aplican el Código de Policía por comportamientos contrarios a la convivencia, siendo los casos más comunes: ingerir licor en las embarcaciones y no usar chaleco a bordo.
Daniela Guarín Cardona, secretaria de Turismo local, confesó que lo ideal sería poder contar con un mayor número de patrulleros para cuidar el embalse y así poder abarcar más zonas del cuerpo de agua, principalmente de 9:00 a.m. a 5:30 p.m., lapso en el que se concentra la mayor actividad turística.
Además, indicó que las campañas de sensibilización de seguridad náutica, dando consejos sobre cómo disfrutar adecuadamente del lugar, son permanentes en el municipio. “Por esta labor, algunas personas nos entregan denuncias de malos comportamientos y las direccionamos a la Inspección Fluvial”, dijo.
Durante la visita de EL COLOMBIANO a la represa, evidenciamos que algunos turistas ingresaron con kayaks al agua sin la supervisión de ninguna autoridad, aunque sí portaban chalecos. Al tratar de indagar en la Inspección Fluvial sobre la vigilancia que ejerce, esta entidad adscrita el Ministerio de Transporte no quiso pronunciarse.
No obstante, el intendente Muñoz señaló que casos como el de los dos turistas ahogados en Caza Diana son esporádicos, y que la labor que ha cumplido la Policía para garantizar la seguridad ha sido efectiva.
Refuerzos náuticos
Yefferson Morales, lanchero en la represa, reveló que desde que ocurrió el accidente de El Almirante la vigilancia es más estricta. Control al número de pasajeros transportados, uso de chaleco salvavidas, buen estado de las embarcaciones que, a las 6:00 p.m. ya deben estar ancladas en el muelle porque la actividad nocturna es restringida.
“A veces el control no es suficiente para sectores alejados, como Caza Diana. También es que hay turistas que creen que la represa es una piscina, entonces nosotros mismos, los lancheros, ayudamos con la vigilancia”, expresó.
Para remediar la situación se propuso el diseño del nuevo barco, que además será reforzado con una lancha ambulancia que también fue presentada como propuesta de la provincia, afirmó la secretaria Guarín.
De acuerdo con la funcionaria, este proyecto fue presentado el año pasado en el Municipio, pero los costos eran muy altos para ser asumidos solo por Guatapé, por lo cual se rediseñó y quedó con un valor estimado de 1.600 millones de pesos.
La provincia presentará la propuesta a la Gobernación, para que esta sea evaluada y así se logre obtener los recursos para la construcción de la embarcación que reforzaría la seguridad en todo el embalse.
Guarín reveló que esta idea de CAI náutico, sumado a la lancha ambulancia y otros elementos que hacen parte del incipiente Sistema de Gestión del Riesgo y Salvaguarda de la Vida Humana en el Embalse Peñol - Guatapé se lograrían ejecutar con alrededor de 3.400 millones de pesos .
45
mil turistas visitaron el embalse de Guatapé durante la pasada Semana Santa.