Comprar 172 hectáreas de poco más de 54.036 que tiene Antioquia delimitadas como páramos, parecería poco. Pero es que aunque se trata del 0,3 %, la ambición no es comprarles a los particulares todos estos ecosistemas, sino solo aquellos que son clave en el abastecimiento de acueductos (pues estas zonas son como fábricas agua) y otros en los que se identifique que la conservación no va por buen camino.
El año pasado, en enero, la Gobernación anunció que empezaría con este proceso tras la aprobación de la ordenanza 53 de 2018 en la Asamblea, pero entonces se generó una idea equivocada que asustó a propietarios de los predios, pues pensaron que podría tratarse de un proceso de expropiación. Y ese no es el caso.
La Secretaría de Medio Ambiente del departamento reveló que en 2019 fueron comprados dos predios en los páramos de Belmira y Sonsón. En el primer municipio se trata de un lote de 161 hectáreas, adquirido por $1.456 millones, y en el segundo son cerca de 11 hectáreas por las cuales se pagaron $78 millones.
En ambos casos hubo recursos minoritarios aportados por las alcaldías y para los dos terrenos se especificó que la compra obedeció a la “protección del recurso hídrico” que está presente en estos ecosistemas.
Además de los de Belmira y Sonsón, el departamento tiene otros ubicados en Frontino-Urrao, Nudo del Paramillo, Farallones del Citará y Las Baldías en el Valle de Aburrá.