“Perdimos el rumbo”, dice un líder social del barrio Las Independencias de la comuna 13. Y es que este sector, considerado ejemplo de superación en Medellín, también se ha visto afectado con el auge del turismo que llegó tras la inauguración de las escaleras eléctricas en el 2011.
La falta de control del Estado en el lugar, como lo describen dos líderes sociales que prefirieron ocultar su identidad, permitió que este sector quedara a cargo de “los que manejan la vuelta”, es decir, los grupos ilegales. “A ellos solo les importa la plata. Entonces, no les interesa si los guías son informales, si hay niños trabajando, si los negocios invaden el espacio público. No les interesa porque ellos cobran vacuna a todos. Cada uno de los negocios paga un impuesto ilegal”, dice uno de los líderes.
El turismo masivo que se da en Las Independencias ha traído posibilidades de emprendimiento para quienes habitan el lugar. Sin embargo, la masiva visita de turistas también ha afectado su intimidad. “Como trabajadora, la cosa está muy bien, pero como habitante, cada vez es más difícil”, dice Johana Marín, quien atiende un pequeño bar en el sector: “No puedo ni sacar la ropa al balcón. Si me asomo a la ventana en piyama, por ejemplo, me expongo a que me tomen fotos”.